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El vicealmirante Sergio Dionisio Fourzan Esperón es la segunda generación de almirantes en la familia. Su hijo es la tercera y está embarcado en el Buque Escuela Cuauhtémoc.

Para Fourzan Esperón es una fecha importante, está en la Ceremonia Solemne para Almirantes en Situación de Retiro.

Señaló: “Es un día especial para todos los almirantes que el día de hoy cumplimos un ciclo en la vida, terminamos satisfactoriamente nuestra carrera profesional como marinos militares, después de 45 años, es un orgullo pertenecer a esta institución tan noble, y es un privilegio servir a México y preocuparnos por la seguridad de nuestro país.

“Mi padre [Horacio Fourzan Márquez] fue almirante y me tocó estar en este Patio de Honor [en 1991]. Cuando a él lo retiraron yo apenas era capitán de corbeta,y mi papá me dijo: ‘Ojalá tu ceremonía sea más bonita, porque todo debe ir mejorando’”, recordó.

Fourzan Esperón cuenta orgulloso que su hijo Sergio Fourzan Tavera es capitán de fragata y está de viaje en misión naval. Al terminar de contar sobre su familia, pidió que saliera bien en la foto para subirla al Facebook.

Así como él, otros nueve elementos de la Armada, quienes tienen más de 40 años de servicio, fueron recibidos ayer por el titular de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), Vidal Francisco Soberón Sanz, en la ceremonia solemne de retiro.

Los demás almirantes homenajeados son Juan Ramón Alcalá, Víctor Francisco Uribe y Pedro García Arévalo; los vicealmirantes José Luis Carreño, Leopoldo Francisco Javier Casillas, Marco Antonio Sánchez y Adrian Arriaga, y los contraalmirantes Rafael Ignacio Héctor Contreras y José Ángel Reyes.

La banda de guerra los galardonó con el toque Tres de Diana, y la Orquesta Sinfónica de la Semar, con las fanfarrias.

La defensa de la patria carece de horarios fijos y demanda entrega total, fueron las palabras de Soberón Sanz, en el evento que se realizó en el Patio de Honor de las instalaciones de la Semar,

Señaló que “el éxito que pueda alcanzarse radica única y exclusivamente en el bien que procuremos para nuestros conciudadanos. Por ello la trayectoria profesional de un marino está rigurosamente encaminada a ser intachable, reflejo de disciplina, entrega y dedicación.

“Se requieren años de esfuerzo continuo, así como de un espíritu inquebrantable para tener el honor de portar en el uniforme el grado que orgullosamente distinguen”, subrayó el secretario.

Los elementos de la Armada de México recibieron aplausos de su familia y amigos, quienes estuvieron presentes como invitados especiales, personas que también fueron reconocidas por apoyar y mantenerse firmes mientras los marinos se ausentan de casa para cumplir con su deber.

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