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Washington.— La Casa Blanca consideró “indignante” el alarde del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, durante la entrevista que mantuvo con el actor Sean Penn para la revista Rolling Stone sobre el alcance de su monopolio internacional en el suministro de heroína, metanfetamina y cocaína, y declaró que dará la “bienvenida” a su extradición desde México para que purgue condena en una cárcel de Estados Unidos.

Daremos “la bienvenida a la extradición”, aseguró el jefe de gabinete del presidente Barack Obama, Denis McDonough, al negarse a comentar sobre las negociaciones que hay en curso entre el Departamento de Justicia y las autoridades mexicanas para hacer valer las dos peticiones de extradición presentadas en junio y agosto de 2014.

“Me gustaría ver a El Chapo en la cárcel”, para asegurarnos de que no vuelva a hacer alarde (como lo vimos ayer por la noche en Rolling Stone) de su imperio en el mercado de las drogas que se ha convertido “en un problema dramático” para Estados Unidos, principalmente por el abuso en el consumo de heroína.

“Nos enfrentamos a un problema dramático en lo relacionado con la adicción y el abuso de la heroína en este país. Vamos a seguir presionando, incluso con los mexicanos, hasta que consigamos controlar este problema”, señaló.

Durante una serie de entrevistas con las cadenas de televisión Fox News, ABC y CBS, el jefe de gabinete de la administración de Obama eludió valorar la tormenta de ataques y críticas que le han llovido tanto a la revista Rolling Stone como al actor Sean Penn tras la difusión de la entrevista el sábado: “Vamos a dejar que alguien más juzgue lo que Sean Penn hizo y no hizo. El Chapo está donde debe estar”.

Polémica en redes. La condena del jefe de gabinete de la Casa Blanca por la entrevista que el capo de la droga concedió a Sean Penn contrastó ayer con la intensa polémica en las redes sociales por la decisión editorial de Rolling Stone y por los papeles jugados por Sean Penn y la actriz mexicana Kate del Castillo, quien fungió como mediadora de excepción ante el capo de la droga.

Tras la difusión de la entrevista, la revista se vio en medio de una tormenta de críticas por su decisión no sólo de ofrecer un espacio a uno de los hombres más peligrosos en México y en el mundo, sino por concederle un amplio margen editorial a él y a Sean Penn para decidir sobre lo que podía quedar dentro y fuera del texto presentado.

“Sean Penn sólo ha alimentado su ego y, de paso, glorificado a un asesino que ha contribuido a alimentar el círculo vicioso de pobreza y violencia en México”, opinó un lector que se identificó como Steve20009, para dejar entrever la molestia de miles con el perfil presentado por un actor que, en opinión de otros, ofendió además a los miles de periodistas mexicanos que han sufrido por culpa de personajes como El Chapo Guzmán.

“Joaquín Guzmán y otros capos de la droga en México matan sin piedad a cualquier periodista que escribe sobre ellos sin su consentimiento”, opinó otro lector al añadir: “Ser periodista en México es una de las profesiones más peligrosas del mundo… Es un poco ofensivo el hecho de que una celebridad de Hollywood sea capaz de hacer lo que nadie más puede hacer sin temor a la tortura y la muerte”.

El Chapo es un asesino. Kate del Castillo y Sean Penn tienen como amigo a un asesino”, opinó a su vez un lector que se identificó como Augustus Ceasar, al asegurar que no piensa ver una película en forma de propaganda que será financiada con el dinero de Guzmán Loera.

En medio de la polémica EL UNIVERSAL intentó ayer, sin éxito, obtener del consejo editorial de Rolling Stone su versión sobre la decisión de publicar la entrevista con Joaquín El Chapo Guzmán para conocer detalles del debate o valoración que se produjo antes y durante el proceso de edición y difusión de dicho texto.

La publicación ha vuelto a poner a Rolling Stone en la mira de los ataques por su línea y su ética editorial. Apenas en noviembre pasado, por publicar un reportaje que resultó ser falso sobre un supuesto caso de violación en la Universidad de Virginia, la revista se vio obligada a ofrecer disculpas.

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