Tixtla.— Lo que estaba programado como una reunión para acordar la no agresión entre grupos de autodefensas en Guerrero, terminó con una masacre en la que murieron 16 personas, incluido el líder comunitario en el poblado de Xolalpa, municipio de Acapulco, Ignacio Policarpo Rodríguez.

El conflicto surgió el sábado por la tarde, cuando guardias civiles de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, y de Xolalpa tendrían un encuentro, en el que pactaron asistir sin armas, narró Bertoldo Martínez Cruz.

Mencionó que los comunitarios de El Ocotito “llegaron armados con Cuernos de Chivo y acorralaron a los de Xolalpa”, por lo que inició el enfrentamiento. Destacó que 10 pobladores de este grupo murieron en la gresca; los otros seis pertenecen al poblado de Chilpancingo. El dirigente comunitario explicó que los conflictos surgieron después de que hubo una escisión en las autodefensas congregadas primero en la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

Al dividirse, se creó el Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), los comunitarios de El Ocotito y de Xolalpa pertenecen a este grupo.

En marzo, hubo un enfrentamiento entre estos grupos, con un saldo de siete muertos y se buscó una reunión para pactar la no agresión entre ambos.

Responsabilizó a Salvador Alanís, dirigente de los comunitarios en El Ocotito, de lo ocurrido y anunció que interpondrán denuncias ante la Fiscalía General del Estado y la PGR. El gobernador, Rogelio Ortega, confirmó que murieron 16 personas y dijo que se trató de un “lamentable suceso al margen del proceso electoral”. Señaló que se trató de un enfrentamiento entre dos grupos por la disputa de territorios. “Tienen una disputa por el territorio del corredor Acapulco-Chilpancingo”, y la comisión de Derechos Humanos estatal investiga los hechos.

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