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En el PRI siempre se ha respetado al Presidente de la República. Se sabe de su responsabilidad, como la de seleccionar a su sucesor, pero para ello tiene que tener acuerdos, pavimentar el camino, considera el ex diputado federal priísta Marco Antonio Bernal.

Identificado con Manlio Fabio Beltrones, Bernal, quien ha buscado ser candidato a la gubernatura de Tamaulipas, considera que el Presidente de la República elegirá sus métodos, pero debe tener comunicación con los distintos grupos al interior del partido.

En entrevista con EL UNIVERSAL, señala que se debe tener cuidado con las candidaturas porque el partido aún paga errores cometidos por priístas que llegaron al poder y fallaron.

No ve una crisis interna, ni una fractura para la 22 Asamblea Nacional, del próximo sábado 12 de agosto; sin embargo, alerta que lo que daña al partido es el silencio de la militancia y eso es lo que se debe cuidar.

Discusión sin variantes

¿Hay división al interior del PRI?

—Yo no veo que haya en el partido una división, lo que veo es que hay distintas expresiones que se han manifestado por distintos medios, pero siempre nos ha pasado así.

En cada asamblea que hemos tenido hay una serie de voces que se manifiestan y esas voces tienen que ser procesadas en las mesas de trabajo para que puedan tener salida.

La militancia se ha quejado de no ser escuchada...

—No necesariamente tiene que darse. Mi punto de vista personal es que nosotros en el PRI siempre hemos respetado a nuestro Presidente, sabemos que tiene una responsabilidad fundamental en la elección de nuestro candidato, sabemos que esa responsabilidad implica para él: que tiene que tejer los acuerdos, tiene que pavimentar el camino para quien vaya a ser postulado a la candidatura a la Presidencia.

Lo que está sucediendo ahorita es que se discute sobre si los candados de 10 años, a mí personalmente como priísta no me interesa la discusión esa, me parece que da lo mismo.

La otra parte de la discusión es quién lo elige (al candidato presidencial), que la asamblea decida que va a ser necesariamente consulta a la base.

Usted dice que el Presidente debe negociar. ¿Cómo?

—Esa será cuestión de él, tendrá que escuchar las distintas voces del partido. Todos los presidentes tienen sus mecanismos de comunicación con los distintos grupos y tienen sus métodos con la sociedad. Cómo lo vayan a hacer o cómo lo haga el Presidente de la República es parte de su responsabilidad.

¿Desde qué punto hay que manejar el tema de la corrupción?

—Hay una propuesta. Ese es un tema muy interesante que lo he estado escuchando en muchos priístas. Hay una propuesta de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) de incorporar a los priístas la obligación de que el que aspire a un puesto de elección popular o a un cargo del partido presente su declaración 3de3, me parece que eso es un avance.

La otra demanda es tener un capítulo en el que se deje claro cuáles son las ventajas que tienes cómo militante del PRI, cómo se va a dar reconocimiento a la gente que ha militado por años en el partido, esa parte debe tener alguna suerte de incorporación.

¿El método de selección del candidato no es lo importante?

—No me angustia porque está en los estatutos, tenemos tres formas que están en los estatutos: o haces una asamblea de delegados o haces una asamblea de consejeros políticos o vas directo a consultar a la base, ¿cuál es el método mejor? Las consultas a la base, la que tuvimos en 2000, lo único que hizo fue fracturar al partido y, en general, cuando hemos ido a consultas directas lo que ha sucedido es que ha habido divisiones serias en el PRI, y los otros dos métodos han funcionado mejor.

Pero hay que tener cuidado en los candidatos que se eligen.

—Hay que tener cuidado en los candidatos y cómo los seleccionamos, pero también cuál es su privilegio como militante, son las tres cosas que hay que tratar de resolver en la asamblea.

¿Puede haber fractura?

—No percibo que pueda haber una fractura en el PRI. Siempre he sostenido que el PRI en la mayor parte de sus momentos, salvo contados momentos históricos muy delicados, cuando el PRI se inconforma el priísta no se va, simplemente se diluye, se queda de brazos cruzados, que es lo que decía Reyes Heroles: “Lo que más duele al PRI son los silencios”. La gente que no se expresa, que no opina o no quiere, esos silencios son los que más duelen al partido.

¿En qué considera que se puede traducir el silencio?

—Falta de apoyo, falta de activismo para promocionar a candidatos, se traduce en muchas cosas. Pero ahí la responsabilidad es de todos: de la dirigencia, de los candidatos, de nosotros que tenemos que buscar nuevas maneras de acercarnos al PRI, a la sociedad a través de nuestros militantes.

Por eso sale sobrando eso de PRI cerrado o PRI abierto, con los mecanismos de comunicación actuales se puede hacer a través de redes sociales, mil mecanismos que se tienen para establecer métodos de comunicación con tus militantes y también con la sociedad.

Hay grupos que se quejan que no los dejan participar.

—Eso sí es una responsabilidad de la dirección del partido, asegurarse de que todo mundo tenga la oportunidad de expresarse, para eso son las asambleas para que cada militante que se quiera expresar se manifieste. Yo no he tenido traba de participar hasta hoy.

La elección de 2018 no está fácil.

—Para nadie.

El PRI es el partido a vencer.

—Hubo una época en que no éramos el partido a vencer y ahora otra vez somos el partido a vencer. Si uno ve las encuestas deberían estar peleándose un poquito más de lo que ya se pelean entre ellos.

¿Existe el ambiente para que el partido salga fortalecido?

—Para que un partido aproveche una asamblea tiene que haber dos condiciones: el modito de andar, tú puedes procesar todas las inquietudes y sacar una gran cantidad de reformas a estatutos, de una manera muy tranquila, si dejas que todo mundo se manifieste, pero si restringes, coptas, etcétera, a lo mejor va a haber mucha gente inconforme porque no pudo participar.

¿Cuáles son las palabras clave?

—Son: “¿Tú quieres unidad?” Reconoce diferencias, haz acuerdos y eso te lleva a la unidad, que no tiene que ver nada más con disciplina y militancia.

Bernal dice que apoyaría a un candidato externo si le tiene afecto al partido y a su programa de principios. Asegura que hay tiempo aún para negociar, lo que se ha venido haciendo.

Señala que lo importante de la asamblea es definir qué sigue como gobierno, luego de las reformas. También ve importante reforzar la identidad del PRI. “El pragmatismo mata todo”, dice.

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