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Con la apuesta de que el tema de la rendición de cuentas será fundamental en adelante para el proceder de la militancia, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) busca convencer a la sociedad de que puede cambiar, que puede abanderar causas ciudadanas sin necesidad de pedir votos a cambio, sólo que se tome en cuenta lo que hace el partido político.

Cristopher James Barousse, secretario del PRI de Vinculación con la Sociedad Civil, aseguró que se busca cambiar la percepción de la gente sobre lo que es el partido, que no son simplemente los “busca votos”. La actual fama priísta no ayuda, admite.

Para todo ello, agregó en entrevista con EL UNIVERSAL, es necesario cambiar la forma del partido, y es lo que pide la sociedad civil. Que se destierren viejas costumbres que funcionaron hace 20 o 30 años y que se tapaban unos a otros.

¿Qué tan complicado resulta acercarse a la sociedad civil cuando no creen en los partidos ni en los políticos?

—Es complejo, sí, como todo, y más para el PRI, porque, reconozcamos, el ejercicio del gobierno genera un desgaste. Las decisiones responsables, pero no populares, que ha tomado el Presidente de la República han dado una perspectiva a la ciudadanía de que es difícil convencer a cada persona.

Es muy difícil acercarse a la sociedad, sí, pero la sociedad civil organizada entiende que es desde la mano del gobierno y no es peleada la causa de los partidos políticos, podemos abanderar juntos para dar solución a las exigencias de la gente.

¿Y qué hay de la sociedad civil no organizada?

—Hay muchas causas por las cuales luchar. En la secretaría trabajamos en tres ejes: primero, la creación, fortalecimiento y profesionalización de asociaciones civiles, es el primer pilar. En este pilar ayudamos, por ejemplo, en Suchiate, Chiapas, a crear una asociación civil de personas que ayudan a los migrantes. Vimos lo que hacen y preguntamos en qué podemos ayudar. Les enseñamos, paso a paso, cómo hacer su asociación civil, con la cual pueden acceder a recursos, pueden deducir impuestos, que las empresas apoyen como donatarias, entre otros.

El segundo son los diálogos ciudadanos. Fomentamos el que salgan de la zona de confort del partido, hacemos diálogos ciudadanos.

El tercer eje es la agenda México 2030 que tiene nueve objetivos que trabajamos en el PRI para escuchar a la sociedad civil organizada de manera propositiva [y saber] qué es lo que proponen desde una lógica diagnóstico-solución.

¿Ayudar a la gente a crear su asociación civil puede resultar contraproducente, acercarla a recursos fáciles?

—Al contrario. De hecho, es mediante la asociación civil la forma en la que la gente termina buscando más la participación. Si en México tuviéramos una mayor participación de asociaciones civiles, tendríamos mayor injerencia dentro de la sociedad civil organizada exigiendo al gobierno en distintos temas. Nosotros como partido los llevamos de la mano, a quienes no están organizados, que se constituyan en asociación civil, que ellos sigan con su lucha y con su causa.

¿Qué es lo único que pedimos a cambio? Que nos permitan abanderar su causa. El tema es que sepan que el PRI les ayudó a constituirse, a trabajar. Sí cambia la idea de que un partido, en vez de adueñarse de la causa, fomenta la creación de asociaciones civiles.

Hay 33 mil 500 asociaciones civiles registradas en México, de las cuales 21 mil están activas. Hablamos de que la vida de asociaciones civiles inicia como buena idea y a lo largo de un año terminan muriendo, no hacen registro ante autoridades, ya no trabajan por la falta de profesionalización.

Nosotros asesoramos para que hagan todo su proceso y se legalicen y se mantengan. El trabajo es vincularnos con las ya establecidas, trabajar con la agenda México 2030, puntos de coincidencia para crear iniciativas de ley, políticas públicas y fomentar que se generen más asociaciones civiles.

¿Con ello buscan generar confianza para el partido?

—Lo que buscamos realmente es que cambie la percepción de nosotros, que no somos los “busca votos”, que no somos aquellos que sólo trabajamos cuando hay elecciones, que no somos aquellos que mucha gente nos puede ver como amenaza de que nos queremos adueñar de lo que ellos trabajan, no, con esto lo que buscamos es recuperar la confianza de la ciudadanía buscando un punto de encuentro en donde vamos por las coincidencias y no las disidencias, en donde podamos colaborar juntos.

¿Aseguran votos?

—Probablemente sí o probablemente no, será la libertad de hombres y mujeres los que decidan. Lo que yo sí digo es que damos un paso más allá, abanderando las causas de la sociedad civil organizada u organizando a la no organizada para generar un mejor país.

¿Cómo convencen a la sociedad civil de que realmente combaten la corrupción que generan sus militantes?

—Desde que llegó el doctor Enrique Ochoa a la dirigencia nacional del partido se trabaja en una premisa: que los corruptos se vayan a la cárcel, que el que la hace la pague. Esa gente que antes pensaba que el PRI era un manto protector hacia la impunidad, ya que decían que no se hablara de corrupción porque se le iba a pegar a alguien del partido, hoy nada [de eso].

En el PRI debemos ser los primeros en poder lanzar a mejores hombres y mujeres como candidatos y dar seguimiento ya estando en el ejercicio del poder.

Por eso vamos a la XXII Asamblea Nacional proponiendo que exista rendición de cuentas que no existe, que exista transparencia, que existan mayores mecanismos para nuestras candidatas y candidatos, que cumplan al interior: presenten su 3de3 , que presenten su carta de no antecedentes penales.

Año con año rendición de cuentas al interior, para como partido poder detectar si hace mal su chamba, corregirlos. El trabajo bien o mal de gobierno el que lo resiente es el partido.

Pero se han conocido casos de involucramiento entre gobernante y partido.

—Es complicadísimo porque somos humanos, somos endebles hacia cualquier vicio. Yo no soy corrupto, pero las tentaciones del poder, desafortunadamente, a mucha gente la hacen cambiar, somos seres humanos.

Todos somos endebles a cometer errores, por eso tenemos que blindar de la manera más certera posible para que al partido no lo dañen. A mí nadie me asegura que si lanzo un candidato, mañana viene y me ofrece mucho dinero, dicen que el que no tiene y llega a tener, loco se llega a volver y lo vimos con Javier Duarte.

¿Está desesperado el partido?

—Estamos viviendo un momento de urgencia, no es desesperación, es momento de urgencia hacia una exigencia ciudadana que es demostrar que el PRI no es el dueño de la corrupción, que el PRI es un partido de hombres y mujeres libres que sin ser de una aristocracia, sino de partido que emana de bases sólidas. Tenemos que demostrar que hay urgencia en demandar rendición de cuentas.

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