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A unas horas de ser designada por el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, como copresidenta del Panel de Alto Nivel que revisará la implementación de la Nueva Agenda Urbana en el mundo, Rosario Robles Berlanga, secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, asegura que es la oportunidad para que México coloque aspectos “muy relevantes” como el derecho a la ciudad, la perspectiva de género o el tema de igualdad.

México está presente con voz propia en el debate en el marco de las Naciones Unidas sobre el futuro del desarrollo urbano, y su ejemplo y visión sobre ese tema será fundamental para establecer cuáles serán las recomendaciones a nivel global para que la “reforma urbana” del siglo XXI tome forma.

En entrevista con EL UNIVERSAL, en la misión permanente de México ante la ONU, en la ciudad de Nueva York, la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles, comentó las primeras impresiones y el conocimiento que puede aportar México con su presencia en el Panel de Alto Nivel, diseñado de forma directa por el secretario general de la ONU, António Guterres, y que incorpora a la titular de la Sedatu como la única representante de los países de Latinoamerica.

Básicamente, el panel deberá evaluar cómo la agencia de la ONU para la vivienda puede “enfrentar los retos que supone la urbanización y su vínculo con las ciudades, algo muy importante y clave en la Nueva Agenda Urbana que salió de la Conferencia Hábitat III”, celebrada en Quito el pasado mes de octubre.

En ese encuentro, México sobresalió por su interés en el tema, y fue clave para revigorizar el compromiso global en la urbanización sostenible y la inclusión de temas “muy relevantes” como el derecho a la ciudad, la perspectiva de género o el tema de igualdad, “aspectos sustantivos o ejes que tendría que cruzar la nueva agenda urbana”, opinó Robles.

“El siglo XXI es el siglo de la reforma urbana”, sentenció la secretaria y México se sumerge con una sola política nacional de vivienda en la que el objetivo “no es construir vivienda por construirla, sino construir vivienda para construir ciudades”.

Eso significa ser conscientes del entorno, la importancia de la cercanía con el trabajo, vivienda digna o espacios públicos, puso como ejemplo.

Según Robles, esa política de compromiso en la reforma del urbanismo dejó muy buena impresión en el organismo multilateral, con esa idea de ya no “construir para el automóvil sino cambiar para poner en el centro a la persona, al ciudadano”.

“Toda esta visión de la ciudad como bien público, como propiedad o patrimonio de quienes las habitan y no de intereses privados”, enumeró.

La centralización de la política urbana en el gobierno federal permite acabar con desarrollos de ciudades “desordenadas, desiguales y horizontales”. “Tenemos ciudades que han crecido diez veces mientras que su población solo ha crecido dos”, lamentó.

Por esa razón, el gobierno viró la gestión para aplicar una mirada sostenible al crecimiento urbano.

Muchas ciudades mexicanas han cambiado su visión y apostado por planes de desarrollo ordenado basados en la sostenibilidad y esa nueva era urbana que prodiga la ONU y que comparte el gobierno mexicano. Entre los ejemplos se encuentran la Ciudad de México o la zona metropolitana de Guadalajara, aunque también han empezado a mostrar interés Monterrey y su municipio de Guadalupe, en Nuevo León. En palabras de la secretaria, “es un gran reto todavía en fase incipiente sobre el que hay mucha conciencia a nivel local y estatal porque es un tema que trasciende colores partidarios”. La nueva ley de asentamientos urbanos, aprobada en octubre, solo fue rechazada por Morena.

“Es una agenda que a todos nos interesa que se impulse de manera muy importante, y en eso se ha tenido mucha voluntad política de todos”, reconoció Robles.

“No es posible un desarrollo sostenible si no nos planteamos una urbanización diferente, incluyente, sustentable, que cambie el paradigma de cómo han crecido nuestras ciudades”, resumió Robles. México, al igual que el compromiso Hábitat III salido de la reunión de la ONU en Quito, ve que el tema de la urbanización “hay que resolverlo de otra manera, y actualmente es un tema central de la agenda del desarrollo tanto en el país como a nivel global”.

En el trabajo en el seno del grupo, el papel de la representante de México será la voz de América Latina. “Vamos a jugar ese papel de diálogo, de que nos platiquen cómo y cuál es su balance de ONU-Hábitat y qué reflexiones tomamos nosotros de ahí”, resumió Rosario Robles. El Alto Panel tiene hasta el 30 de junio para emitir sus resoluciones y recomendaciones a la ONU para poner en marcha la nueva agenda urbana. “Salimos con una agenda muy intensa”, concluyó.

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