Nos dicen que las alarmas se prendieron en las filas de diputados federales de Morena.


La emergencia, nos detallan, tiene que ver con la comprobación ante el SAT de las famosas subvenciones, dinero que es repartido a los coordinadores de las bancadas en la Cámara de Diputados, sin control ni mecanismos de rendición de cuentas ni transparencia, como lo ha documentado EL UNIVERSAL, y que a partir de enero se deben justificar ante ese órgano.


Nos detallan que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) mandó una señal de colaboración a los diputados y les permitió que 20% de esos recursos que llegan por subvenciones a cada uno de los 500 legisladores puedan ser comprobados con recibo simple.


Sin embargo, nos aseguran que la coordinadora de Morena, Rocío Nahle,  mostró su inconformidad en la Junta de Coordinación Política, al considerar que era muy poco el dinero  que podrían comprobar con recibos simples.  Indicó que ellos como bancada no estaba dispuestos a justificar así.


Nos hacen ver que este reclamo tiene que ver con la posibilidad de que parte de estos recursos se hayan canalizado como aportaciones voluntarias a Morena, que preside Andrés Manuel López Obrador,  lo que metería en un problema a la bancada bajo el mando de doña Rocío.


Los diputados de Morena siempre han dicho que el dinero va a universidades y otras obras sociales, por lo que de ser cierto, no tendrán ningún problema para comprobar ante el SAT y el enojo de la coordinadora no tendría ninguna razón de ser.

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