Nos dicen que en el Instituto Nacional de Salud Pública hay actos de nepotismo que al parecer todos ven, pero que quienes tienen el poder de impedirlos, prefieren ignorarlos.

Para nadie es un secreto, nos comentan, que el director saliente del instituto, Mauricio Hernández Ávila, tiene a su hermano, Juan Eugenio Hernández Ávila, en la estructura del organismo, como su director general adjunto.

Nos dicen que don Juan Eugenio, busca mantenerse en su actual puesto una vez que se designe al nuevo titular del Instituto, lo que va a suceder en los próximos días y que para ello cuenta con el apoyo de su hermano.

Nos hacen ver que en el sector salud hay preocupación por este hecho pues temen que los poderosos padrinos de los hermanos Hernández permitan que se haga un relevo familiar en el Instituto.

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