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Las acciones realizadas por el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos evidencian que su administración será más severa que la de sus antecesores, según un estudio del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristina (Imdosoc), donde se destaca que el Estado mexicano no ha respondido de manera adecuada a la situación migratoria que se vive en esa nación.

Al presentar el documento “Frontera Cerrada, haitianos y africanos en Tijuana”, el Imdosoc llamó al gobierno mexicano a que presente un plan y políticas públicas acordes al problema que se enfrenta, tanto por la deportación de connacionales de Estados Unidos a México, como los migrantes de Haití y África que se encuentran principalmente en el norte del país.

“Creemos que en México, especialmente después de Trump, la migración puede adquirir formas más explosivas, como lo han dicho catedráticos. Confirmamos que hay nuevos perfiles de las personas migrantes, nuevas rutas y nuevos flujos migratorios.

“Durante estos primeros días de gobierno de Donald Trump, hemos visto cómo su política migratoria apunta a ser más severa que la de sus antecesores. La crisis migratoria que vive nuestro país es mucho más grave de lo que imaginamos, y además de todos los mexicanos que sin duda serán deportados a la frontera norte del país, tenemos que pensar en todo el flujo de migrantes haitianos y africanos, a quienes ahora se les complicará ingresar a Estados Unidos”, indicó el investigador Gerardo Cruz González, coordinador del estudio.

“Los gobiernos municipales, estatales y federal se han negado a reconocer la crisis migratoria de las personas haitianas”, agregó.

El Imdosoc informó que se calcula se encuentran 7 mil migrantes haitianos varados sólo en Tijuana y según datos de la Secretaría de Gobernación, se presentaron 7 mil 366 personas de África ante las autoridades de migración entre enero y agosto del año pasado, lo que indica, según la organización, casi el triple de personas africanas registradas en 2015, quienes se encontraban a lo largo de la frontera norte de México con Estados Unidos.

Agregó que de los 34 albergues que funcionan en Tijuana, ninguno recibe apoyo gubernamental, sino que ha sido la ciudadanía, así como organizaciones social e iglesias las que han tenido que buscar la manera para obtener recursos y atender a los migrantes en esa ciudad fronteriza.

Fray Tomás González, director del albergue “La 72”, ubicado en Tenosique, Tabasco, consideró que las casas de migrantes se han convertido en campos de refugiados, “porque las personas que nos están llegando como haitianos, africanos, centroamericanos, colombianos, es lo que son, seres humanos que necesitan protección internacional”.

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