Jóvenes deciden en Estados Unidos quién llega a la Casa Blanca

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En la carrera rumbo a la Casa Blanca, los millennials estadounidenses serán quienes tengan la última palabra, puesto que son el grupo más grande de votantes de ese país, 74 millones aproximadamente, y representan 31% de quienes pueden emitir su sufragio.

La forma de pensar de este grupo, que muestra descontento con la política, pretende proteger el medio ambiente y quiere un planeta en el que haya más igualdad, representa un gran reto para Clinton y Trump, quienes han intentado acercarse con sus propuestas para convencerlos de que son la mejor opción para Estados Unidos.

Dos encuestas realizadas por el Instituto de Política de Harvard, una en primavera y otra en verano de este año, muestran a la ex secretaria de Estado a la cabeza, pero prueban que el magnate neoyorquino gana terreno.

En abril, Clinton tenía 61% del voto de los millennials y Trump 25% (31% de diferencia); el resto aún no definía una postura. Para julio, el apoyo a la demócrata disminuyó a 54%, mientras que el republicano repuntó y obtuvo 28% de la preferencia. La diferencia entre ambos se redujo a 26% y el grupo que aún no decide pasó de 14% a 18%.

Otro aspecto que analizó Harvard es lo apasionado de los votantes respecto a los candidatos. En este caso, la encuesta mostró que los jóvenes que eligieron a Trump dijeron sentirse más entusiasmados que quienes siguen a Clinton, 36% para el magnate contra 21% para la ex secretaria de Estado.

La universidad también revisó los temas que los jóvenes consideran relevantes y que influyen en su decisión. Según ellos, quien llegue a la Casa Blanca debe poner especial interés en impulsar la economía, combatir el terrorismo, reducir la falta de equidad, unir al país, disminuir los problemas de migración y reducir el papel de las finanzas en la política.

Los temas de mayor interés cambian según el candidato. Los seguidores de Hillary dijeron que les preocupa mejorar la economía, reducir la desigualdad y unir al país. Los que apoyan a Trump coincidieron en la importancia de impulsar las finanzas, pero pusieron en segundo lugar el combate al terrorismo y en tercero resolver la migración.

Aunque falta poco para las elecciones del 8 de noviembre en Estados Unidos, ambos aspirantes necesitan atender las necesidades de los jóvenes para convencerlos, porque aunque las encuestas prevén el posible triunfo de Clinton, los millennials indecisos representan una oportunidad para ambos, tanto para mantenerse adelante y consolidar la victoria, como para avanzar y darle la vuelta al resultado.