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Falta de rumbo, de una correcta dirección, divisiones internas y una inexistente coherencia, entre otros problemas, vive actualmente el Partido Revolucionario Institucional (PRI), advierte Gustavo Carvajal Moreno, ex dirigente nacional del tricolor (1979 a 1981).

El hoy presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos en América Latina y El Caribe (Copppal) asegura que la tormenta para el partido no terminó con los resultados del 5 de junio.

Luego de la derrota en los comicios, añade, varios priístas de larga trayectoria analizan lo sucedido.

“Lo que pasa es que en el partido no hay cohesión. Ganar la Presidencia en 2018 se antoja difícil”, advierte.

¿Cómo ve al PRI después de las elecciones del 5 de junio?

—No ha terminado de pasar la tormenta; no ha terminado el proceso todavía; el propio PRI tampoco ha señalado hacia dónde va o qué quiere. Desgraciadamente el partido en este momento no sabe qué busca. Estamos viendo cómo se puede trabajar en una situación difícil y rara, porque ahorita no hay una respuesta real. La pasada fue una elección de Estado.

¿A qué se refiere?

—Quien ganó la elección finalmente no fue el partido. El PRI no ha podido llevar el proceso a buen fin. Yo creo que en este momento necesitamos replantear hacia dónde va el PRI y hacia dónde debe ir toda la nueva corriente. Lo que le acaba de suceder al partido lo deja suelto, no hay una oferta, una persona que diga: ‘Vamos bien, no nos equivocamos. La gente está contenta’. Yo creo que hay descontento y que hay gente que está jugando con el partido y busca tener opciones de trabajo. No está fácil, pero tampoco vemos una salida correcta.

¿Cuáles considera que fueron los errores que se cometieron para enfrentar la pasada elección?

—En todo momento hemos tenido candidatos malos, se nos han ido muchos errores y necesitamos una mejor selección de abanderados. El PRI no ha podido tener una presencia importante en el país. Tampoco hemos podido establecer hacia dónde va el partido, qué se debe hacer. Algunos tratamos de discutir a dónde vamos, pero realmente no hay una definición.

División en el partido

¿Qué atora el avance del partido?

—En primer lugar, creo que al partido en este momento le hace falta dirección; después de ello, tener un rumbo correcto. También necesitamos saber hacia dónde vamos, qué queremos, con quién contamos. Esto no es nada sencillo, debido a que existen divisiones internas.

¿Son muchas las divisiones?

—Pues… Yo sí creo que vamos a salir mejor, faltan todavía definiciones, falta todavía ver hacia dónde va a ir el partido, qué quiere, con quién.

No tenemos en lo interno una idea clara de hacia dónde caminar. Creo que después de la pasada elección, el PRI necesita replantear qué quiere y a dónde va. Para eso nos hemos juntado compañeros del partido.

¿Alguna conclusión?

— No. Cada quien maneja su tesis y su rollo, pero no.

¿Se olvidó lo que es ser el partido en el poder?

—Lo que vemos es la división interna en el PRI porque no logramos acuerdos, inclusive para poder tener puntos de vista que no nos dividan más, sino que nos unifiquen. Es muy difícil en este momento que el PRI salga unido de nuevo.

¿Qué se espera para 2018?

—Una regañada brutal y una obligación de que se trabaje en conjunto.

¿Fue oportuna la salida de Manlio Fabio Beltrones del partido?

—No, porque él no perdió. Hay que partir de que él no perdió, simplemente fue una renovación planteada por arriba. Malo que hubiera fallado, entonces sí lo hacen pinole, pero no. Yo creo que no ha fallado, trabajó bien, salió bien la elección. Al partido le hace falta coherencia.

¿Coherencia en qué?

—En la dirigencia y hacia dónde caminar, no sabemos a dónde vamos ni qué queremos. El problema es ponernos de acuerdo y definir una dirección para poder caminar juntos. No tenemos la seguridad de qué queremos y a dónde vamos.

Se necesita liderazgo para ello.

—Ahorita no hay quien lo diga.

¿El Presidente de la República debe adoptar ese papel?

—El Presidente de la República dirige la política del país. Una política sin dirección es un mal ejemplo, no nada más con el Revolucionario Institucional, sino con todos los partidos.

¿Qué debe ver el PRI en su siguiente asamblea?

—No hay razón para cambiar documentos, no vale la pena. Ahorita es unificar y amarrar.

Para 2017 vienen tres elecciones y luego la presidencial de 2018, ¿cómo ve el escenario?

—Difícil en 2018, porque no hay claridad de a dónde van los candidatos. Es necesario empezar a plantear qué queremos. No sé si hay idea clara de a dónde ir. No la veo fácil; 2018 va a ser parteaguas, porque no hay quién tome la bandera del partido y ahí vamos a tener conflictos. No hay seguridad de lo que se quiere.

¿Ve un partido socialdemócrata?

—En un partido como el PRI en este momento la socialdemocracia no funciona, porque se pelean mucho por la dirección y a la hora de la hora no logran unificar.

Yo pienso que no es que el PRI no se defina, sino que simplemente sus acciones no están claras. No sabemos a dónde va el partido ni qué es lo que queremos.

¿Quién debe dirigir el partido?

—No está fácil. En el partido no hay cohesión. Tiene que ser una dirección más fuerte, una dirección que tenga unidad. El partido no la tiene.

¿Hay cuadros?

—Manlio Fabio Beltrones era eso. Pero ya no está.

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