El presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, el líder de los senadores priístas; Emilio Gamboa, y la vicecoordinadora del PRD, Dolores Padierna, condenaron los hechos violencia en San Juan Chamula, Chiapas, y Pungarabato, Guerrero, que cobraron la vida los alcaldes Domingo López y Ambrosio Soto, respectivamente.

Ochoa Reza destacó que la violencia no debe tener cabida en la política de nuestro país, porque el diálogo es el único mecanismo que deben tener las democracias.

Gamboa Patrón aseguró que la violencia no le conviene a ningún mexicano, por lo que expresó su rechazo a los hechos ocurridos el pasado fin de semana.

El senador priísta por Chiapas, Roberto Albores, demandó que se castigue de manera ejemplar a los responsables de los hechos registrados en su estado y se haga justicia lo más pronto posible.

Por separado, la perredista Dolores Padierna afirmó que los hechos de violencia en San Juan Chamula y Pungarabato son una muestra de la debilidad institucional que adolece el país.

“En ambos casos los presidentes municipales fueron asesinados a balazos; en San Juan Chamula, en una asamblea pública a la que el propio presidente convocó para informar sobre el manejo de recursos y los apoyos económicos que se habían retrasado, lo que habría provocado la ira de los pobladores quienes actuaron de manera violenta con armas en contra del alcalde.

“En Pungarabato, el presidente y su chofer fueron asesinados en una carretera de la zona tras ser atacados por un comando armado, quienes también hirieron a sus escoltas de la Policía Federal asignados para custodiarlo y que no pudieron repeler la agresión mortal”.

La perredista dijo que en ambos casos hubo falta de respaldo institucional de los gobiernos estatales y federales tanto en Chiapas como en Guerrero, para atenderlos, pues el alcalde de Pungarabato había denunciado en varias ocasiones que estaba siendo amenazado por el crimen organizado.

jram

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