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Una mosca. Una mosca entra a la oficina de Miguel Barbosa Huerta, coordinador del PRD en el Senado de la República. Interrumpe al político y no se deja atrapar por sus colaboradores.

El senador perredista, quien alguna vez fue coordinador de Nueva Izquierda, advierte en entrevista con EL UNIVERSAL que los resultados electorales del 5 de junio llevarán la crisis en el PRD a escenarios más complicados.

El legislador poblano alerta que Nueva Izquierda intentará impedir que se designe a un presidente interino del partido que sustituya a Agustín Basave; su intención es que la actual secretaria general, Beatriz Mojica —que es de ese grupo— se quede al frente para conducir una elección interna posterior.

Hay una batalla campal, aunque estemos acostumbrados a las campales en el PRD, ¿qué pasa?

—Bueno, es el ahondamiento de la crisis. En esta etapa los resultados del 5 de junio van a llevar a escenarios aún mas complicados. Eso significa hoy el escenario por la renuncia del presidente interino Agustín Basave.

Entonces, lo que vemos es que el PRD es un partido que no tiene coordinación, que está en disputa por las corrientes nacionales y que esa pugna ya tiene claras posturas rumbo al proceso electoral de 2018.

¿Cómo ve al gobernador Silvano Aureoles, quien exige a Miguel Ángel Mancera afiliarse al PRD?

—Cuando le piden al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, primero afiliarse para poder aspirar a la candidatura presidencial del partido y cuando Jesús Ortega le dice que se afilie y se forme, en verdad no es un requisito que deba cubrir.

Se trata de un obstáculo que pretenden ponerle para que camine en la ruta de construir su candidatura. Eso no ayuda, porque claramente lo que se está leyendo es un acuerdo de Nueva Izquierda para que la candidatura a la Presidencia de la República corra a cargo de Silvano Aureoles. Eso es un asunto que no sólo es una deducción natural de lo que se ve; corre en lo que se comenta, que hay una definición ya de Nueva Izquierda para hacer a Silvano Aureoles el candidato del PRD a la Presidencia de la República en 2018.

¿Es cierto lo que dice Basave, que Silvano Aureoles es la apuesta del PRI para ganar caminando las elecciones en 2018?

—Bueno, él [Basave] lanzó una afirmación muy fuerte que yo no voy a confirmar ni quiero siquiera opinar, porque eso debería quedarse, si lo es, en un dicho del presidente aún en funciones. Si no, Basave debería decirnos en qué se basa para afirmar que Aureoles sería parte de la estrategia del PRI.

Es gravísimo que el presidente nacional de un partido haga esas incriminaciones, aunque sea un presidente que ya se va, y que las deje así al aire. Que Basave explique a qué se refirió cuando dijo que Aureoles era un caballo de Troya y parte de la estrategia del PRI para 2018.

Eso no puede quedar así, el mismo Silvano Aureoles debería exigirle ese esclarecimiento, está en duda Silvano debido a lo dicho por Basave. Si dijera el Papa que el cardenal Norberto Rivera no cree en Dios, Rivera tendría que responderle: “Ahora me lo pruebas”.

¿Usted considera que Nueva Izquierda ya optó por Silvano?

—Yo lo que veo de manera clara es que Nueva Izquierda ya definió la candidatura por Silvano Aureoles. La pregunta se la haría a Silvano: ¿qué viabilidad vería él de ser abanderado en 2018? Él es un gobernador recién puesto en el cargo y va a tener que acreditar, a través de un ejercicio del poder exitoso, todo lo que significan para él el presente y el futuro en la política.

Entonces, que nos definan esa parte. Que Nueva Izquierda ha impulsado como su candidato a Silvano Aureoles es algo que se conoce ya como una versión. Inclusive, con ese propósito, el propio Silvano Aureoles ha estado generando diálogo y puentes de dicusión con el bloque anti Nueva Izquierda, de la dirección política del PRD... digo, para que hablemos con claridad.

¿Es bueno o es malo que Silvano sea una de las apuestas del partido?

—No, no es malo, pero debe quedar claro que es su apuesta. Las declaraciones de Silvano y de Ortega, que hicieron ambos la semana pasada a EL UNIVERSAL, le ponen a Mancera un obstáculo y no por imponerle un requisito a cubrir. No es necesario que esté afiliado al PRD para ser candidato.

Silvano Aureoles declaró a este periódico que Basave era un gerente impuesto al PRD...

—¡Qué necesidad de decirle gerente a un presidente interino que ya se va! ¿Qué necesidad? Yo creo que lo pensaban para gerente. Quienes lo apoyaban pensaron que sí iba a sumir la gerencia del PRD, de dueños del PRD. Cuando hay gerentes es porque hay dueños. Los dueños designan a un gerente que se encarga del negocio. Que nos diga Silvano Aureoles quién es el dueño del PRD. Es obvio: las corrientes políticas. Pues él es parte de una de ellas, se llama Foro Nuevo Sol. Así de simple. Por no querer ser gerente, las corrientes se incomodaron con Agustín Basave y crearon las condiciones que lo llevaron a la renuncia.

Sucesión

¿Cómo prevé la sucesión de Agustín Basave?

—Yo pienso en un periodo completo. El interino de Basave no tiene importancia, pero quien va a impedir que haya acuerdo para designar al interino del interino, como dice René Bejarano, el intrauterino, es Nueva Izquierda. Ellos van a impedirlo porque en caso que no haya acuerdo, la secretaria general sería la presidenta en funciones y manejaría el proceso interno —según dicen— en noviembre. Quieren tener el control de la dirección nacional en el proceso interno por los beneficios que ello implica. Entonces, Pablo Gómez es excelente.

Él dice que sí..

—¡Ah!, pues ya tenemos presidente, si lo acepta Nueva Izquierda. Pablo Gómez es el último rostro que nos queda de la izquierda emblemática. Bien sería un buen presidente, pero no veo que lo acepten para presidente de tres años.

Y la mosca siguió molestando durante la entrevista...

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