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Tras el intercambio verbal que sostuvo la semana pasada con el líder nacional del Morena, Andrés Manuel López Obrador, el presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, propuso establecer en la ley llevar a cabo debates entre los dirigentes partidistas.

Esto después de que López Obrador rechazó debatir con Anaya Cortés, luego de que éste se lo solicitara, como respuesta por haber señalado que la ex primera dama Margarita Zavala, “era una extensión de su marido”, el ex presidente Felipe Calderón.

En un comunicado, el líder nacional albiazul dio a conocer que mediante una iniciativa propondrá establecer en la ley un debate mensual obligatorio entre los presidentes de los partidos políticos —en tiempo ordinario— y por lo menos dos debates obligatorios al mes entre los candidatos a puestos de elección popular, durante los procesos electorales.

La iniciativa de reforma, que será presentada esta misma semana, busca que el ejercicio de debatir sea permanente, tanto en los tiempos ordinarios como durante las campañas; toda vez que la democracia requiere deliberación, confrontación pacífica de ideas, rumbos y programas, dijo el panista. “Proponemos debates con formatos flexibles, en los que el intercambio de ideas sea libre y sin límites, para que los ciudadanos puedan conocer a fondo las propuestas de cada partido”, dijo.

Anaya explicó que los debates pueden sustituir a algunos spots, y también aprovechar los tiempos asignados al Instituto Nacional Electoral (INE).

“Yo quiero debatir con el presidente del PRI (Manlio Fabio Beltrones), sobre el deterioro de la economía, el aumento del secuestro y la extorsión y los efectos nocivos de la reforma fiscal; como también estoy dispuesto a debatir con el presidente de Morena (Andrés Manuel López Obrador), sobre su recurrente desprecio a la ley y su reciente propuesta de un aeropuerto alternativo”, refirió.

Sin hacer referencia a su homólogo del PRD, Agustín Basave, el panista indicó que los ciudadanos tienen derecho a conocer lo que cada partido propone, “y la mejor manera de comparar nuestras propuestas y posturas es discutiéndolas de frente con quienes no las comparten”.

De ahí que espera apertura de parte de las fuerzas políticas en el Congreso para aprobar esta iniciativa, ya que sin “debate no hay democracia”, pues todo aquel que teme debatir, representa intereses que no se pueden publicar o no confía en el juicio de los ciudadanos. “Quien teme debatir, no cree en la solidez de sus argumentos y propuestas. Quien teme debatir, pretende gobernar dando la espalda al pueblo”, anotó.

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