Ayotzinapa, una herida que será muy difícil que sane: Astudillo

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El gobernador electo de Guerrero, Héctor Astudillo, advirtió que hará pública cualquier responsabilidad que no le corresponda, ante la crisis financiera con la que recibirá la administración, para lo cual no descarta solicitar auditorías a las administraciones, tanto del ex gobernador interino, Rogelio Ortega, como del ex mandatario Ángel Aguirre.

“En un tiempo perentorio, tal vez una semana después de haber rendido protesta como gobernador, o 15 días, podré dar una posición”, explicó.

En ese sentido, Astudillo puntualizó que pedirá la intervención de quien sea necesario.

“No voy a cargar con responsabilidades que no sean mías. Entiendo perfectamente de la institucionalidad; tampoco puedo decir que yo no lo voy a resolver porque es un problema que no generé. Todo lo que sea institucional, lo voy a resolver, pero los asuntos que no sean mi responsabilidad, los diré y los haré públicos. Pediré indiscutiblemente que intervenga quien tenga que intervenir”, comentó.

Recibirá la entidad con un “boquete financiero” superior a 13 mil millones de pesos, así como una deuda bancaria de 2 mil 800 millones. A todo ello hay que sumar 2 mil millones de pesos por concepto de pago de nómina, aguinaldos y finiquitos, “para librar el año de aquí a diciembre”, tema que ha tratado con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

En suma, ayer Héctor Apreza, del équipo de Astudillo, sumó la deuda total en 18 mil 400 millones de pesos.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Astudillo detalló que buscará a los titulares de la SEP y de la Secretaría de Salud, pues son las áreas en las que se generó el “boquete financiero”.

“Por dar empleo se gastaron el dinero de los programas, entonces tenemos más plazas de maestros, e igual en salud, pero no estamos cumpliendo con los programas. Tenemos más gente que trabaja en el área pero no compramos medicinas”.

Guerrero, en la peor crisis de su historia. Previo a rendir protesta hoy como gobernador del estado que se ha colocado como el más violento del país, el priísta reconoce que tomará las riendas de una entidad sumergida en la peor crisis de su historia, en materia de seguridad, de gobernabilidad y en el tema financiero. Peor incluso, señala, que “en los días de la Independencia y la Revolución”.

“Sin duda, los últimos 13 meses Guerrero ha atravesado los momentos más duros que la historia le cite, yo creo que ni en las etapas de la Independencia ni de la Revolución Guerrero estuvo en las circunstancias en las que estamos ahora”, comentó.

Dijo estar muy consciente del reto que le espera, por lo que “no llegará a relajarse sino a trabajar”. Aseguró que la prioridad de su administración será recobrar la seguridad en el estado.

Para ello, relanzará el Mando Único Policial en la entidad, así como los programas que ya operan, con el fin de que sean reforzados.

“Yo creo que sí hay buenos policías locales, sólo hay que tratar de rescatarlos para poder formar una policía única. Estoy absolutamente convencido de que los mandos municipales están inoperantes, que se construya una policía estatal”, señaló.

Astudillo dijo que buscará generar una mejor coordinación entre el gobierno federal y el estatal para los operativos, para que tengan mayor eficacia y que “realmente se contenga a la delincuencia”, lo que reconoció, “será el mayor reto”.

“Tenemos que hacer que todos estos operativos funcionen mejor, tengan mejores resultados, porque hasta este momento no lo han tenido, y los indicadores lo dicen. Somos el estado con mayores muertes”, comentó.

En lo que respecta al puerto de Acapulco, posicionado como el tercero en cuanto a homicidios dolosos a nivel mundial, el reto, dijo, es “buscar revertir esa imagen, y que el turismo recupere su presencia”.

Gobernabilidad. Otro de los temas centrales en esta crisis que atraviesa Guerrero, de acuerdo con Héctor Astudillo, es la gobernabilidad.

Ese, señaló, será un reto permanente, pero con el que buscará entrar a una nueva etapa. En lo que respecta a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, dijo que será una herida que “será muy difícil que sane, que se acomode”.

“Voy a coadyuvar para que se haga justicia, y voy a solicitarle, por supuesto, al gobierno federal, que haga todo lo que le corresponda, para que la verdad, la verdadera verdad (sic) se vaya conociendo cada día en la medida de las posibilidades que se tengan”, comentó.

Astudillo ha sido dos veces alcalde de Chilpancingo, tres veces diputado local, y una vez senador, puestos en los que nunca ha terminado el periodo ordinario, pero aseguró que no abandonará el cargo de gobernador.

“Quise ser gobernador hace 10 años, no gané las elecciones. Hoy participé y gané, en tiempos totalmente diferentes, circunstancias que no estaban hace 10 años. Hoy no es un honor, es más bien un enorme asunto que tiene que ver, más que con honor, con mucha responsabilidad”, explicó.