Aunque el PRI resultó el ganador de las elecciones federales, no todos quedaron contentos pues hubo daños colaterales.

Mientras más triunfos menos pluris, así que derivado de estas fórmulas quien quedó fuera de una diputación  fue nada menos que el líder del sindicato del Metro, Fernando Espino Arévalo, a quien esta vez, sí  le falló el chapulinazo mortal al frente de la Asamblea Legislativa del DF a la Cámara de Diputados.

Otros damnificados que se quedaron con las ganas  de ser legisladores son: el líder del PRI en la ciudad de México, Mauricio López y la "zarina" de la basura, Guillermina de la Torre.

Ahora, ya sin fuero, don Fernando se tendrá que dedicar de lleno al  sindicato y a su establo de boxeadores.

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