Por: Jacobo Zabludovsky

Andrés Manuel López Obrador afirma que sólo hay una salida para México: cambiar el régimen. Ya no hay otra opción. Ya no se puede esperar nada bueno de este régimen. Hay que transformarlo y hay sólo dos vías para hacerlo: la vía armada y la pacífica, argumenta.

Los ciudadanos, dice, deben ir a las elecciones, porque la vía armada no es el camino.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el presidente del Consejo Nacional de Morena advierte de la existencia de “una campaña inducida” en contra del voto, orquestada por la “extrema derecha” y la “izquierda radical”.

De buen humor y sin estridencias, considera que México debe transitar hacia una cuarta transformación pacífica, a diferencia de las otras tres que fueron armadas.

En su oficina de la colonia Roma, revela que en 2012 pensó en anunciar que no competiría por la Presidencia.

Luego, habla de su vida privada y dice que es muy dichoso con su esposa y sus hijos. Al menor, lo goza a plenitud y se lo come a besos.

“Estoy jugando béisbol, estoy bateando arriba de 300”. Gozo de buen estado de salud. “Me dio un infarto y tuve suerte, (gracias a) la ciencia y el creador, estoy vivo”.

El paisaje o el panorama político de México ofrece dos fechas destacadas; una a mediano plazo que son las elecciones de junio, y otra más allá, que son las elecciones presidenciales de 2018, ¿Cómo ve usted lo de junio para Morena?

—Bien, vamos a tener buenos resultados, se va a ganar en municipios, en delegaciones del Distrito Federal, no descartamos ganar una gubernatura, nos va a ir bien. La gente nos está dando su apoyo, es poco tiempo porque Morena apenas obtuvo su registro como partido político, no cumple ni nueve meses desde el día en que nos dieron el registro, pero ya tiene un buen posicionamiento a nivel nacional.

Acusa que hay una campaña de algunos partidos políticos para desmotivar a la gente.

“Los dueños de esos partidos no quieren que los ciudadanos participen, porque entre menos participe la gente les va mejor a ellos”.

Rechaza los dichos de quienes afirman que todos los partidos son iguales. “Ellos se alzan con las victorias, con los triunfos sin problema, entonces están difundiendo, están con la cantaleta de que ‘todos son iguales, todos los partidos son iguales’… Y yo estoy diciendo ‘no’, no todos somos iguales, nosotros no somos corruptos, nosotros luchamos por ideales, nosotros luchamos por principios, luchamos por una transformación del país”, añade.

Dice que “se topan los extremos en este tema, la extrema derecha y la izquierda radical se dan la mano; no es que se forme un acuerdo, es que son nociones que al final de cuentas, por casualidad, llegan a coincidir. Los de mero arriba, los que yo llamo integrantes de la mafia, no quieren que haya participación ciudadana, todos los que están en esta campaña”.

Critica al Instituto Nacional Electoral (INE) porque, dice, “se hace de la vista gorda (cuando) se está organizando un partido de futbol, México-Brasil para el día 7 de junio, el día de la elección, entonces pues no nos estamos chupando el dedo. Sabemos que los de arriba no quieren que la gente vote.

“Pero la izquierda extrema, quienes se llaman radicales, en protesta también están llamando a no votar, o que se vaya a votar pero que se anule la boleta. Esto lo están promoviendo algunas organizaciones sociales, algunos representantes de la llamada sociedad civil, lo que antes se llamaba pueblo, ahora se llama sociedad civil, de las iglesias progresistas, entonces es un debate interesante porque, ¿cómo no participar?”

López Obrador recalca que “aún con todo lo que estamos haciendo, no ayuda el INE. Gasta mucho dinero en promover el voto, pero al mismo tiempo no se faja los pantalones para decirle a las televisoras que no organicen el partido de futbol México-Brasil, porque se van a renovar poderes, por cuestiones de interés público”.

El tabasqueño sostiene: “Sólo hay una salida para México, una sola: cambiar a México. Ya no hay otra opción. No hay otro camino, este régimen está podrido, es un régimen corrupto. Entonces, a nosotros nos enseñaron que hay que transformar, si hay una realidad de injusticias, de opresión, de corrupción, hay que transformarla, tiene que haber una renovación”.

El gran desafío, subraya López Obrador, “es hacerlo sin violencia, de manera pacífica, con una transformación de las conciencias, pero al final es transformar lo que se requiere, lo demás es perder el tiempo. Ya no se puede esperar nada bueno de este régimen, es un régimen caduco, hay que transformarlo, y hay dos vías nada más para hacerlo. La vía armada y la vía pacífica. Entonces, nosotros hemos decidido transformar por la vía pacífica electoral, entonces tenemos que ir a las elecciones, tiene que ser con los ciudadanos, la vía armada no es el camino”.

Manifesta su respeto a quienes piensan que sólo es con la fuerza como se puede lograr el cambio.

Pero “Nelson Mandela apostó a la vía pacífica electoral, (Mahatma) Gandhi, Luther King, Mandela. Entonces sí se puede, es un trabajo intenso de orientación, concientización, de mucha perseverancia el no perder la fe en la causa que se defiende”.

El líder de Morena se pregunta y responde al mismo tiempo: “¿Qué hacemos con no participar, con deprimirnos? No, hay que participar. Entonces estamos enfrentando eso en esta elección del 2015. No va a ser fácil que la gente participe”.

Dice que “ya el 2018 les molesta mucho a los adversarios cuando digo que la tercera es la vencida. Obviamente quisieran que ya me jubilara, que ya estoy chocheando, que estoy enfermo, que ya me vaya. Pero entiendo bien. Tengo una responsabilidad. Ya lo he pensado.

“Después de (las elecciones de) 2012, pensé, muy seriamente. Pero hay una cosa que me molesta bastante, el que crean que estoy obcecado de poder, me afecta. Porque no lucho por eso, lucho por ideales, lucho por principios. Entonces el hecho de que yo tenga que seguir reafirma eso. De que estoy obsesionado con ser el y no es así. No, yo lucho porque considero que debemos transformar a México. No por un cargo, aunque se trate del cargo más importante del país. Lucho para hacer historia”.

En la conversación, el dirigente de izquierda revela: “Después del 2012 era para quemar las naves y decirles ‘váyanse —para no decir una majadería, para decirlo muy suave— váyanse al carajo’. Yo no soy un ambicioso. No voy a volver a ser candidato”.

¿No?

—Iba yo a decir, en el 2012, en la plaza. Esto lo estoy diciendo por primera vez, y lo pensé, dije: no, no me siento insustituible, no creo en el “necesariato”, pero pienso que todavía puedo representar a este movimiento e ir al 2018.

¿Como candidato presidencial?

—Como candidato a la Presidencia.

¿Iría usted?

—Sí, sí, no puedo decir más, porque tampoco sabemos qué nos va a deparar el destino. Pero sí, sí vamos a ir, vamos a ir al 2018, tenemos esa cita con la historia, a buscar que esto cambie. Además, me siento seguro, con capacidad suficiente para sacar al país del atolladero en que lo han metido. Eso es lo más importante, tengo la fórmula.

¿Se puede saber cuál es?

—Acabar con la corrupción. Ese es el principal problema de México.

¿La corrupción?

—La corrupción. Nada daña más a este país que la deshonestidad de los gobernantes. Esa es la causa principal de la desigualdad social, de la desigualdad económica.

Según López Obrador, “si no hubiese corrupción en México, no habría pobreza, inseguridad ni violencia. Entonces, estoy completamente convencido de que si terminamos con la corrupción vamos a lograr el florecimiento, el renacimiento de México. En Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia no hay corrupción y no hay pobreza. Es más parejo, hay más igualdad, hay una clase media fuerte”.

López Obrador sostiene que no está en contra de los empresarios ni de los comerciantes, o de quien con esfuerzo y trabajo logra un patrimonio; está contra la riqueza mal habida.

“Yo calculo que se roban entre traficantes de influencias y políticos corruptos como 500 mil millones de pesos cada año. Es el robo más grande, pero por mucho, que se comete en México. Ni los robos de banco o de minas de oro. Entonces, si ponemos orden en eso, pues vamos a tener dinero para financiar el desarrollo. No va a haber necesidad de aumentar los impuestos, ni endeudar al país”.

Asegura que, como hizo Franklin Delano Roosevelt, en 1929 durante la gran depresión en Estados Unidos, él podría apoyar al campo con la mitad de los recursos que se roban los políticos. “Iremos casa por casa inscribiendo a los jóvenes, incorporando al joven al trabajo, al estudio”.

Para López Obrador es un error no dar oportunidades a los jóvenes.

“Es un error y en política los errores son como gremlins”; por ejemplo, “en Michoacán, Tamaulipas, ha crecido el presupuesto en seguridad pública como nunca y siguen igual. Porque el campo está en el abandono. ¿Por qué rechazar a los jóvenes que quieren ingresar a las universidades públicas? La mentira de que no pasó el examen de admisión. Eso no es cierto, ¿cómo vas a creer eso? No hay cupo, no hay espacio. Acaban de presentar el examen de admisión 100 mil jóvenes para ingresar a la UNAM, admitieron a ocho mil. Noventa y dos mil rechazados, y bueno, están las universidades privadas. Pero por muy buena que sea la universidad privada son cuatro o seis mil pesos mensuales, ¿de dónde saca la familia campesina, la familia de Morelos, transportistas, comerciantes o maestros para pagar colegiaturas de cuatro mil pesos mensuales? No tienen”.

Por ello, ratifica su propuesta de 100% de inscripción a todos los jóvenes para que no haya rechazados.

También Andrés Manuel López Obrador habla de cómo el presidente Enrique Peña Nieto y sus colaboradores se encuentran en una situación de señalamientos por las casas en Las Lomas de Chapultepec o en Malinalco, como es el caso de Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público. Y los señalamientos sobre supuestas propiedades del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y del subsecretario Luis Miranda.

Y se refiere a una baja en la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto, y que ello se debe a un despertar de la gente.

“La gente está despertando, el pueblo tiene un instinto certero, eso es muy alentador, es una lucecita que indica que podemos salir del túnel en el que nos encontramos. Es realmente muy alentador lo que está pasando, que la gente no se deja engañar y se confirma lo que se decía o lo que se ha dicho todo el tiempo, que al pueblo lo pueden engañar una vez, dos veces, pero no lo pueden engañar toda la vida. Yo tengo mucha fe de que esto cambie y va ser para bien de México”.

El ex candidato presidencial lanza cuestionamientos sobre la actuación de los medios de comunicación.

“Muchas cosas no se saben, por eso celebro esta entrevista con EL UNIVERSAL y que sea con usted, un periodista profesional. Esta mafia del poder domina, porque tienen el poder casi absoluto de los medios de comunicación”, dice el líder de Morena.

“Ahora se emocionan mucho los jóvenes sobre todo con el internet y las redes sociales. Pero no, no en Oaxaca (donde) por ejemplo sólo en el 1% del territorio hay internet, el 1%. Y les pongo el ejemplo de algo que ayuda a entender cómo dominan, cómo administra el poder la ignorancia del país”.

Le agradezco mucho este monólogo, señor López Obrador.

—No —ambos sueltan una carcajada—, usted no necesita preguntar, no, nada más con platicarle y conversar sobre lo que estamos pensando. Lo que cuenta es el hecho, el que nos permita esta posibilidad de comunicarnos y que sea frente a usted, por lo que representa como periodista profesional, siempre contamos con su apoyo, siempre. Cuando yo le llamo por teléfono, siempre tenemos el espacio con usted. De todas maneras, nuestro agradecimiento al periódico EL UNIVERSAL.

Muchas gracias, espero que sea el principio de un diálogo que tengamos con vistas a los acontecimientos tan importantes que se vienen para México, le agradezco muchísimo. Le manda saludos una señora que le tiene estimación, que me pidió preguntarle a usted, en buen plan, me dijo, ¿por qué no se retira y se va a su casa?

—Porque tengo un compromiso, cuando vea la entrevista estoy seguro que va a entender el porqué no me retiro, tengo este compromiso con los ciudadanos y vamos a continuar.

“Puedo hacer las cosas que me gustan, mis pasiones, esta es una pasión. Si fuese una ambición desmedida de poder, si fuese una ambición, ya sería Presidente, si hubiese yo negociado con las mafias del poder, me hubiesen dejado pasar, pero no quiero llegar así, quiero transformar a México. Va a ser con el apoyo de los ciudadanos, no con componendas, porque así no se resuelve nada. No me interesa la parafernalia del poder, no me interesa el dinero, estoy muy bien, estoy feliz y me gusta mucho lo que hago.

“Es una pasión el poder hacer algo para el país, para México, para la gente, mucha gente confía en nosotros. Otra pasión es leer y escribir, lo puedo hacer. Me dio un infarto y tuve suerte, (gracias a) la ciencia y al creador, estoy vivo. Y además de lo físico pude resolver el problema emocional, porque fue muy fuerte el infarto que me pegó, pensé que ya no iba volver a escribir y afortunadamente regresé, ya estoy escribiendo. Tengo un libro en la imprenta, que voy a presentar en mayo, sobre el poder en el trópico. Mi pasión es leer y escribir, primero el pueblo, leer y escribir, desde luego, la familia. Soy muy dichoso, mis tres hijos muy bien, mi esposa Beatriz (Gutiérrez) realizada, ella es más conocedora, para no decir otra cosa, de filosofía y literatura que yo, es doctora en Letras, es maestra y escribe. Acaba de cumplir nuestro hijo pequeño ocho años, lo estoy gozando a plenitud, me lo como a besos, ahora tengo más oportunidad, porque a los grandes no tuve oportunidad de agasajarlos tanto, por el trabajo. Por eso se quiere mucho a los nietos, es una forma distinta de ver las cosas, hay más equilibrio y más prudencia, es un amor más sensato.

“Estoy disfrutando. ¿Y qué cree?, estoy jugando beisbol, estoy bateando arriba de 300; se dice en el beisbol macanear, cuando se batea bien”.

—Gracias, nos veremos pronto.

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