El hígado graso es cuando existe acumulación de grasa en las células hepáticas y provoca la inflamación del hígado, lo que puede derivar en fibrosis y causar daño hepático crónico o cirrosis.

Al ocupar México, el segundo lugar a nivel mundial en sobrepeso y obesidad, la incidencia de hígado graso entre la población va en aumento, se prevé que para 2030, la mitad de los mexicanos vivan con este padecimiento si no hay un viraje en la dieta y se adquiere la practica de ejercicio en la rutina diaria.

Los factores de riesgo para que una persona desarrolle hígado graso es tener obesidad central, lo que se conoce como “llanta”, tener una dieta alta en carbohidratos, así como el consumo excesivo de sal, bebidas azucaradas y embriagantes.

Con respecto a los alimentos, especialistas aconsejan que se condimenten durante la preparación y no cuando ya están servidos. También ser hipertenso, tener niveles de triglicéridos y colesterol altos.

Sí el hígado se enferma por grasa, una persona puede llegar hasta la insuficiencia hepática, cirrosis y cáncer de hígado.

Las únicas formas de prevenir esta afección es a través de una dieta balanceada y realizar ejercicio, al menos 40 minutos al día, desde caminar, anda en bicicleta o nadar.

cg

Google News

Noticias según tus intereses