Iniciarse en el laberinto de los adictos que lo pierden todo es cada vez más y más sencillo. Hay casinos que funcionan las 24 horas y comenzar un juego de póker está a un click de distancia en sitios de internet en los que no se tienen controles estrictos sobre las edades de los jugadores, y sólo hace falta introducir el número de una tarjeta bancaria para comenzar a apostar.

Pero los grupos de jugadores anónimos y la Logoterapia representan una oportunidad para aquellos que buscan una salida.

Carlos del Moral practica la Logoterapia —tratamiento sicológico creado por el siquiatra Viktor Frankl, que propone la búsqueda de un sentido en la vida de los individuos— dirigida a los ludópatas, en la que a través conversaciones uno a uno con el paciente se procura lograr un cambio en la vida de la persona en cuatro meses.

“Hacemos intervenciones de información. El jugador, por ejemplo, tiene una percepción equivocada: siente que tiene algo mágico que lo va a hacer ganar dinero y cree que los demás son tontos, pero él es alguien muy especial que va a despelucar al casino. Eso es una mentira”, comenta.

Por otra parte, los grupos de jugadores anónimos ofrecen atención a través de 12 principios espirituales que comienzan por admitir que se es impotente ante el juego y que la vida se ha vuelto ingobernable, y termina con tratar de llevar el mensaje de recuperación a otros con la misma problemática.

“Uno consigue dejar de jugar por medio de un cambio progresivo de carácter dentro de sí mismo”, asegura la organización Jugadores Anónimos de México.

“Para recuperarse de una de las adicciones más incomprensibles, insidiosas y compulsivas, la honestidad, la receptividad y la voluntad son palabras claves”, afirma.

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