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A un año de poner en marcha el Programa Frontera Sur, organizaciones de la sociedad civil aseguran que sólo ha generado persecución y muerte. De acuerdo con números oficiales, al menos 60 mil personas han sido deportadas hacia Centroamérica.

Las organizaciones, como La 72, hogar refugio para personas migrantes, han documentado que los robos, secuestros, abuso de autoridad y extorsiones persisten.

Advierten de la muerte de más de 10 personas migrantes a lo largo de este año, tan sólo en la zona de Tabasco y el norte de Chiapas, en casos en los que aseguran que ha intervenido la autoridad principalmente en operativos.

“Hemos documentado, orientado, acompañado a decenas de denunciantes ante la Fiscalía especializada en delitos contra migrantes de Tabasco y ante la delegación de la

Procuraduría General de la República (PGR) en Tenosique; cabe señalar que las autoridades más denunciadas son el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Policía Federal. Hasta ahora, según las mismas autoridades no hay consignaciones”, dijo la organización en un reporte que realizó de manera especial a un año de la implementación del programa.

Refieren que otros albergues del sur, son ahora de facto campos de refugiados donde la gente está atrapada en condiciones de verdadera desesperación, pues les es casi imposible continuar su camino.

“El acceso al tren ahora es mortal, pues los trabajadores del tren, en colusión con las autoridades migratorias, ponen en peligro la vida de los que se logra subir, pues aumentan la velocidad o hacen operativos donde los observadores de derechos humanos no pueden tener acceso”, señaló el reporte.

Este año La 72 pudo constatar que más de 550 personas de origen centroamericano llegaron huyendo de violencia y amenazas en su país, buscando proteger su vida e integridad personal. También acompañó más de 140 solicitantes de refugio.

“Hemos recibido constantemente testimonios donde los migrantes nos dicen de las crueles redadas del INM; muchas veces nos comparten que usan gas pimienta, armas, macanas de descarga eléctrica y perros para perseguirlos. Hemos sido testigos y documentado diferentes operativos violentos”, indicaron.

Dentro de su trabajo como casa hogar, del 1 de agosto de 2014 al 30 de junio de 2015, la organización documentó 461 asaltos, 42 secuestrados, 224 por abuso de autoridad y 128 extorsiones.

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