Originario de Torreón, a Marcelo de Jesús Torres Cofiño se le ubica como leal y siempre correcto. Entre las demás bancadas se distinguió por negociador, pero firme en sus peticiones. Es amante del futbol y de la lucha libre, cada semana acude —en compañía de su familia— a ver jugar al equipo de sus amores, el Santos Laguna.

No era del círculo cercano a Gustavo Madero, pero el videoescándalo de Luis Alberto Villarreal y Jorge Villalobos, en Puerto Vallarta, junto a mujeres contratadas, lo catapultaron a la escena política.

Fue vicepresidente de la Mesa Directiva en la gestión de José González Morfín y después vicecoordinador del PAN. Demostró lealtad con el maderismo, y fue uno de los principales operadores de Madero para que lograra la reelección en la dirigencia nacional. Fue delegado del CEN para la elección de Baja California Sur, donde prácticamente el PAN tuvo “carro completo”.

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