Dos cuadras antes de llegar al Palacio de Bellas Artes, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de México por su arquitectura, se encuentra la Plaza Juárez. En su reducida entrada te abordan personas con pequeños carteles preguntando si necesitas “asesoría legal”. Adentro sobresale un edificio con pintura roja que aún brilla y puertas de cristal relucientes que sirven de soporte para el sinfín de madres mexicanas que se forman, a veces desde el amanecer, tan solo para iniciar la solicitud de una pensión alimenticia a favor de sus hijos.

Entre 2010 y 2013 se tramitaron cerca de 45 mil divorcios en el Distrito Federal. En la mitad, se entabló una demanda por pensión alimenticia. Y aunque el 90% fueron exclusivamente para la manutención de los hijos, eso no hizo que el trámite fuera más ágil.

Juzgados insuficientes para el número de demandas y madres que tienen poca información sobre los deudores es una combinación casi mortífera. El procedimiento en realidad no es largo, un juez puede determinar una pensión provisional en máximo tres semanas, pero los pocos recursos con los que cuentan los juzgados y el desconocimiento siquiera de cuánto gana el deudor, hacen que el trámite se alargue por meses, incluso años, explica Jorge García, abogado especialista en materia familiar.

“Un juzgado tiene que ver aproximadamente cerca de 125 asuntos al mes. Esto más lo que se tiene retrasado”, dice el jurista.

Desde febrero de 2013, Itzel se la ha pasado visitando los juzgados una y otra vez. Su pareja se niega a darle cualquier tipo de ayuda para sus hijos de siete y cinco años. Convertirse en espía de su ex esposo le ha impedido obtener un trabajo, “ha sido un relajo… me tardé como tres o cuatro meses tan solo en investigar donde estaba trabajando”, dice la joven de 25 años.

Su voz suena temblorosa al narrar lo difícil de ser madre de dos pequeños y lidiar con el proceso de separación y pensión alimenticia. Su único consuelo: una niña que se avienta a sus piernas para reconfortarla y un niño que se le arrejunta y le soba el brazo.

Tendencia a la baja

De los 11 mil 030 divorcios que fueron solicitados en 2013 en el Distrito Federal, en tres mil 897 de los casos fue la esposa quien tomó la iniciativa de comenzar el trámite. Y en 60% de las demandas solicitaron una pensión alimenticia para sus hijos.

A pesar de esto, desde hace cuatros años las cifras muestran una ligera tendencia a la baja. En 2010 se tramitaron casi 5 mil 500 peticiones de pensión y en 2013 bajaron a 4 mil 926. Siendo uno de los siete estados de la República en donde esta diligencia ha bajado.

Colima y Yucatán están en los primeros lugares de esta lista. El estado yucateco pasó de mil 102 trámites de pensiones a tan solo 885 hasta hace dos años.

Mientras que en sitios como el Estado de México y Guerrero, estados que presentan severos casos de desigualdad hacia la mujer, las cifras se han duplicado de 2010 a 2013. El estado colindante con el Distrito Federal brincó de cinco mil peticiones de pensión alimenticia a más de 11 mil en solo cuatro años.

Aunque el trámite se ha vuelto relativamente sencillo, al menos en la ciudad, la información sigue sin permear en la población femenina. En muchos casos no saben cuáles son todos sus derechos o contratan abogados que las engañan, así que prefieren no presentar la demanda, dice Pedro Ilizaliturri, director de la Unidad de Sentencias y Amparos del Registro Civil del Distrito Federal.

Lejos de los grandes bufetes de abogados, la mayor parte de las madres que acuden a los juzgados de lo familiar terminan siendo asesoradas en algunas de las jardineras que se ubican en el centro de la Plaza Juárez.

Martha apenas rebasó los 35 años, el calor de las primeras horas del día ha ido desdibujando el maquillaje de su rostro, su bebé de casi un año la espera en casa de su madre. Mientras tanto, ella habla con un nuevo abogado “soy una persona honesta y en cuanto comience a recibir el dinero le pagaré por su asesoría”, le confirma con rostro de preocupación.

Antes de llegar al juzgado fue a una casa de empeño a dejar una moneda de plata que tenía. Solo le dieron 200 pesos. Dinero justo para comprar los pañales de su hija.

Diferentes estados, misma realidad

Los divorcios han aumentado en casi todo el país y junto con ellos el número de solicitudes para una pensión alimenticia. En 2010 se recibieron 51 mil 82 peticiones en México, para 2013 esta cifra tuvo un aumento de 20%, quedando registradas 61 mil 406 demandas por pensión, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De 2010 a 2013, en Zacatecas, siete de cada 10 divorcios pidió una pensión alimenticia. En Sonora, de las 11 mil 960 separaciones que se registraron en ese lapso de tiempo, en 8 mil 441 se negoció la ayuda alimentaria.

En 90% de los registros los beneficiarios fueron los hijos.

Esta problemática viene más allá de las clases sociales y de las leyes en el país, “culturalmente se cree que únicamente las madres son las responsables de los hijos y hay un desentendimiento de la otra parte”, dice Lucero Saldaña, senadora que presentó la iniciativa para que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNByV) proporcione información financiera de las personas que enfrentan una demanda por pensión alimenticia.

Pero también existe otro panorama en el que los afectados son los padres. Ricardo lleva más de tres años separado, no ha dejado de pagar la pensión de su hija ni un solo mes. Aceptó todas las condiciones de su ex esposa, pero hasta el día de hoy es un problema cuando quiere ver a su hija. No ha recurrido a las leyes porque para él estas “sólo protegen a la madre”.

En 30 de los 32 estados de la República se han solicitado pensiones alimenticias en 50% de los divorcios tramitados. Nayarit y Michoacán son los sitios en donde se presentaron las cifras más bajas. Solo en tres de cada diez separaciones se pidió también la pensión alimenticia.

Pero existe un subregistro, “hay localidades en las que se da la separación sin un juicio y los padres se desentienden, quedándonos sin ningún registro”, dice Saldaña.

Este año la senadora propuso que la CNByV proporcione información financiera de los deudores, “esto surgió al darnos cuenta del alto índice de juicios que prevalecen sin resolver y el tiempo perdido por no contar con suficientes datos de la pareja”, afirma Lucero Saldaña.

Padres incumplidos

El problema de incumplimiento del pago de pensiones alimenticias no cede y es por eso que se han presentado diferentes mecanismos que ayuden a disminuir este índice negativo para las familias.

Pedro Ilizaliturri es el encargado de llevar el Registro de Deudores Alimentarios que lanzó el gobierno del DF hace tres años. En este puesto ha visto todas las trabas que hay para pedir una pensión alimenticia, “muchas veces los deudores son desempleados o pasan por una crisis y no hay forma de exigirles la pensión”, dice el funcionario.

Cuando el esposo de Itzel supo que le estaban exigiendo 40% de sus ingresos para la pensión optó por renunciar a su empleo. La mujer de dos pequeños sabe que trabaja en una tienda departamental, pero no cuenta con la dirección exacta.

El dinero es el otro gran problema en este proceso. “Si el monto de pensión otorgada es de dos mil 500 pesos, por todo el proceso un abogado puede cobrar 7 mil 500 pesos”, explica el abogado Jorge García.

Actualmente el Registro de Deudores suma 83 personas, entre ellas una mujer, que han decidido evadir sus responsabilidades. Con esta herramienta, “el deudor queda vetado para obtener cualquier tipo de crédito hipotecario. Del mismo modo si tiene alguna propiedad se le añade un gravamen y no podrá venderla”, dice Pedro Ilizaliturri.

Son casi las 12:00 horas e Itzel ha perdido otro día más en los juzgados de lo familiar del Distrito Federal. Su madre, quien le ayuda a cuidar a sus pequeños, intenta convencerla de que pare el proceso. Después de todo ya paso más de un año y aún no tiene una resolución del juez.

Este reportaje se desarrolló en el Hackathon de Justicia Cotidiana organizado por CIDE, Codeando México y Fáctico

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