El actual jefe de Estado de Kenia, Uhuru Kenyatta, encabezaba ayer con amplia ventaja las elecciones en ese país, frente a su rival opositor Raila Odinga, de acuerdo con resultados parciales, al término de una jornada sin incidentes, informaron las autoridades. Sin embargo, la oposición rechazó el resultado y acuso irregularidades en el proceso.

Sobre 9.8 millones de votos contabilizados por la Comisión Electoral (IEBC) —es decir la mitad de los 19.6 millones de electores habilitados— el presidente Kenyatta, en el poder desde 2013, recibió 55.21% de los votos contra 44% para Odinga, imponiéndose con una ventaja de 1.1 millones de sufragios. Para ganar en primera vuelta, un candidato debe obtener la mayoría absoluta y más de 25% de los votos en al menos 24 de los 47 condados del país.

Hasta ayer por la noche las autoridades no habían divulgado aún el porcentaje de participación. Otros seis pequeños candidatos estaban en liza en estos comicios, pero sus votos no representaban más de 1% del total, de acuerdo con los resultados parciales de la Comisión Electoral.

“Entramos ahora en la fase más crítica del ciclo electoral”, advirtió el director de la IEBC, Wafula Chebukati, llamando a los ciudadanos a ser pacientes. Hasta ahora se computaron los votos de 17 mil de los 40 mil centros de votación habilitados en todo el país.

En Nairobi se formaron ayer largas filas ante los centros de votación antes de que se inaugurara la jornada, a las 6:00 horas (03:00 GMT). Cerca de 20 millones de personas estaban llamadas a las urnas para elegir nuevo presidente y nuevo Parlamento, además de a sus representantes locales.

Sin embargo, la oposición rechazó los resultados. El senador James Orengo de la Super Alianza Nacional dijo que carecen de validez por no estar respaldados por las actas correspondientes de la Comisión Electoral.

Odinga denunció los “resultados ficticios” y dijo que “el sistema a fracasado. Rechazamos los resultados que se han publicado hasta el momento.

Los opositores hablaron de papeletas marcadas, sobornos, que en registros faltaban nombres de votantes y que a algunos representantes partidarios se les impidió ingresar a los centros de votación. El presidente de la comisión electoral dijo que la policía estaba “asumiendo el control” de los casos de presuntas irregularidades.

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