El gobierno de Estados Unidos anunció que emitirá una serie de licencias para esquivar ciertas leyes y así acelerar el proceso de construcción del muro en la frontera con México. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) explicó en un comunicado que las normativas que va a ignorar y no cumplir se enmarcan en ámbitos de medio ambiente, recursos naturales y gestión de tierras.

“La Secretaría de Seguridad Nacional ha determinado (…) que es necesario no aplicar ciertas leyes, regulaciones y otros requerimientos legales para asegurar la construcción expedita de barreras y carreteras en las inmediaciones de la tierra fronteriza internacional de los Estados Unidos cerca de la ciudad de San Diego”, indicó.

El uso de “exenciones” o licencias especiales no es extraordinario: George W. Bush, en su proyecto para erigir una valla en más de mil kilómetros de frontera, usó la misma fórmula cinco veces entre 2005 y 2008.

Un portavoz de la Oficina de Inmigración y Aduanas (CBP, por sus siglas en inglés), agencia al frente de la construcción del muro, detalló a EL UNIVERSAL que la exención de cumplimiento de normativas afectará a tres proyectos para un total de poco más de 22 kilómetros, relativos al reemplazo de barrera primaria, secundaria y la construcción de los prototipos en el área de San Diego, en un segmento que va desde el océano Pacífico hacia el este.

Otro portavoz de la CBP confirmó a este diario que la fase de construcción de prototipos del muro ha sufrido un retraso debido a una reclamación de una empresa que licitó para el contrato de construcción del muro y no fue seleccionada para la fase final.

“La CBP espera una decisión sobre estas demandas a principios de octubre de 2017, lo que retrasa la construcción hasta finales de octubre o principios de noviembre, lo que sobrepasa nuestro cronograma original de verano de 2017”, explicó el portavoz, quien dejó la puerta abierta a que si la resolución llega antes se retomaría el proceso. Otra fuente de la agencia dijo a EL UNIVERSAL que la fase de construcción de prototipos podría producirse en diciembre de este año.

La disputa en este aspecto no afectaría, sin embargo, el trabajo de reemplazo de vallas en el sector de San Diego, que tiene fecha de inicio ya establecida: 13 de marzo de 2018. Los estudios geotécnicos se realizarán este mes.

De acuerdo con cifras de la Patrulla Fronteriza estadounidense, el sector de San Diego es uno de los puntos fronterizos más transitados: en el año fiscal 2016 se detuvieron a más de 31 mil inmigrantes indocumentados y se incautaron 4.15 toneladas de marihuana y más de media tonelada de cocaína.

“Sigue siendo un área de alta entrada de ilegales por lo que hay una necesidad inmediata de mejorar la infraestructura actual y construir barreras fronterizas y carreteras adicionales. Para empezar a cumplir con las necesidades adicionales de infraestructura fronteriza en este área, el Departamento de Seguridad Nacional implementará varios proyectos de infraestructura fronteriza”, reza el comunicado emitido por el gobierno de Estados Unidos.

A pesar de los permisos especiales, la administración Trump dice que se mantiene “comprometida” con la protección ambiental “en la medida de lo posible” y argumenta que la urgencia en aras de la seguridad nacional justifica la decisión.

La semana pasada, la Cámara de Representantes aprobó la asignación de cerca de mil 600 millones de dólares para el año fiscal 2018 para la construcción de la barrera física, monto que ahora debe pasar la aprobación del Senado.

Con ellos se deben financiar las vallas de los 22 kilómetros en los que aplicará al exención, así como 96 kilómetros de nueva barrera en el valle del Río Bravo (Texas), el corredor más transitado en la frontera.

El hecho de que se proponga ignorar varias leyes, especialmente de carácter medioambiental, ha puesto en alerta a las organizaciones ecologistas. La aplicación del permiso especial queda a expensas de si prospera la demanda que el Center for Biological Diversity, una organización ambientalista, ha anunciado que interpondrá.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, difundió un vídeo en el que asegura que “ha llegado el momento para El Muro”.

En su mensaje, el congresista reitera: “Hagámoslo”, entre imágenes en las que se le ve inspeccionando la zona de la frontera acompañado de agentes y patrullas.

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