Venezuela

cumple este domingo 100 días de protestas contra el presidente Nicolás Maduro que dejan 91 muertos, bajo la incertidumbre sobre si la excarcelación del opositor Leopoldo López abrirá las puertas a una negociación que destrabe su profunda crisis política.

"Cien días y sigo en rebeldía contra la tiranía", se leía en pancartas que levantaban muchos de los dos mil opositores que se concentran en el este de Caracas, quienes también llevaban afiches y camisetas con el rostro de López.

Símbolo de los opositores encarcelados, López quedó el sábado bajo arresto domiciliario luego de tres años y cinco meses en prisión, tras lo cual la oposición llamó a seguir protestando hasta lograr "su libertad plena y la del país".

"Estamos cumpliendo 100 días de resistencia por Venezuela, seguimos en la calle con más firmeza rumbo al plebiscito", dijo el diputado Juan Andrés Mejía, en rueda de prensa de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

La MUD prepara para el 16 de julio una consulta popular simbólica, confiada en mostrar el rechazo masivo a una Asamblea Constituyente convocada por Maduro, que ve como un "fraude" del chavismo para afianzar "una dictadura".

En el centro de la ciudad, otras miles de seguidores oficialistas, vestidos de rojo, participaban en un acto de campaña por la Constituyente, cuya elección se hará el 30 de julio.

Chavistas críticos del gobierno expresaron este domingo su rechazo a la Constituyente y consideraron este domingo "legítima" la consulta de la oposición.

En un mensaje leído por su copartidario Freddy Guevara, López llamó a seguir en la calle y a apoyar el plebiscito.

Su excarcelación es el guiño más visible entre gobierno y oposición desde que el 1 de abril comenzó una ola de protestas -que deja 91 muertos- en medio de una devastadora crisis económica.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que la oposición acusa de servir al gobierno, alegó "problemas de salud" para dar casa por cárcel a López, a quien según su familia le pusieron un brazalete electrónico.

López, de 46 años, fue detenido en febrero de 2014 y condenado a casi 14 años, acusado de instigar a la violencia en las protestas contra Maduro de ese año, que dejaron 43 fallecidos.

La oposición ve la salida de López de prisión como un "innegable triunfo" de las protestas. "Seguiremos luchando por la libertad de los presos políticos", aseguró Lilian Tintori, esposa del opositor.

Según la ONG Foro Penal, con los arrestos en estos 100 días, los "presos políticos" suman unos 430. La chavista Defensoría del Pueblo no descartó más excarcelaciones.

Analistas estiman que es muy pronto para medir el alcance de la medida, pero es un hecho que el gobierno cedió al abrir la celda a quien tilda de "monstruo", y López aceptó salir pese a haber dicho que solo lo haría con libertad plena y tras la liberación de todos los opositores presos.

Su excarcelación se dio tras meses de gestiones del expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, quien medió el año pasado en una fracasada negociación entre gobierno y oposición.

En un comunicado, Rodríguez Zapatero abogó por que este "paso" permita "avanzar en favor de la paz y de la convivencia democrática" y se intensifiquen los esfuerzos "en la búsqueda de soluciones concertadas" a la crisis.

La salida de prisión fue saludada por gobiernos de América Latina, España y Estados Unidos. Luis Almagro, secretario general de la OEA, duro crítico de Maduro, ve una "oportunidad de reconciliación" y una "salida democrática".

Maduro, quien acusa a la oposición de promover la violencia en las protestas para darle un golpe de Estado, dijo esperar que acepten dialogar y que López "lance un mensaje de rectificación y de paz".

El analista Luis Vicente León opina que al gobierno le interesa bajar la tensión ante el riesgo de una mayor desestabilización y una fractura en la Fuerza Armada, mientras la oposición moderada quiere evitar "el suicidio en una situación de perder-perder".

"Hay, sin duda, una oportunidad para la negociación, pero una negociación que no es popular en ninguno de los extremos y que implica concesiones", advirtió León. "Nadie ofrece su cabeza de forma voluntaria", agregó.

La fiscal general, Luisa Ortega, chavista devenida en la mayor crítica de Maduro, cree que el gobierno busca lavar su imagen con esa excarcelación, y fustigó que los presos sean tratados como "rehenes" en una negociación.

Ortega podría ser destituida pronto por un juicio que impulsa el oficialismo, lo que desataría otra lluvia de críticas contra el gobierno, tras la tormenta de la semana pasada por la irrupción violenta de un grupo chavista en el Parlamento de mayoría opositora.

lsm

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