Estados Unidos advirtió ayer que está dispuesto a usar la fuerza si es necesario para detener el programa nuclear de Corea del Norte, aunque prefiere usar la vía diplomática con Pyongyang, luego de que este país probara un misil balístico que podría alcanzar Alaska.

La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad que las acciones norcoreanas están “cerrando rápidamente la posibilidad de una solución diplomática” y que su país está preparado para defenderse y a sus aliados. “El lanzamiento de un misil balístico intercontinental [ICBM, por su sigla en inglés] es una clara y nítida escalada militar”, aseguró.

“Una de nuestras capacidades descansa en nuestras grandes fuerzas militares. Las usaremos si debemos, pero preferimos no tener que ir en esa dirección”, comentó Haley, quien adelantó que “en los próximos días presentaremos ante el Consejo una resolución que aumenta la respuesta internacional de forma proporcional a la nueva escalada” norcoreana.

En un gran paso adelante en su programa de misiles, Corea del Norte realizó un ensayo el martes de un nuevo ICBM que, según expertos, podría alcanzar los territorios de Alaska y Hawai y, tal vez, la costa noroeste del Pacífico de EU. Según el Pentágono, el misil es de un tipo no visto hasta ahora en el arsenal de Pyongyang.

Funcionarios estadounidenses indicaron a la cadena CNN que el proyectil tiene componentes similares a un misil KN-17, probado por primera vez por el régimen norcoreano el pasado mes de abril. No obstante, Corea del Norte habría añadido una segunda fase, no vista hasta ahora, que habría contribuido a que el misil alcance distancias más amplias y pueda ser considerado intercontinental.

Corea del Norte, a través de la agencia de noticias estatal KCNA, aseguró que el lanzamiento fue un éxito y que el misil ha sido bautizado como Hwasong-14. KCNA también detalló que el proyectil alcanzó una altitud de 2 mil 800 kilómetros y viajó cerca de mil kilómetros antes de impactar en aguas de Mar de Japón (Mar del Este).

El líder norcoreano, Kim Jong-un, afirmó que el ensayo del ICBM completó la capacidad de armas estratégicas de su país, que incluye bombas atómicas y de hidrógeno, según KCNA. Pyongyang precisó que el misil puede portar una gran ojiva nuclear.

El ensayo norcoreano es un reto directo al presidente Donald Trump, quien lleva tiempo instando a China, el principal socio comercial y aliado de Corea del Norte, para que presione a Pyongyang para que ponga fin a su programa nuclear.

En ese sentido, Haley advirtió que China arriesga su enorme comercio con EU si sus tratos comerciales con Norcorea violan las sanciones internacionales. “El mundo se ha vuelto un lugar más peligroso”, señaló la estadounidense, añadiendo que China tiene un importante papel para promover la paz y “evitar una catástrofe”. Recordó que Beijing carga con la mayor parte de la presión para ejercer sanciones contra el régimen norcoreano, al ser responsable de 90% del comercio con esa nación.

Sin mencionar específicamente a China, Haley detalló que conversó con Trump sobre los “países que permiten, e incluso alientan el comercio con Corea del Norte, en violación a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”. “Esos países también quisieran mantener sus acuerdos comerciales con EU”, declaró Haley. “Eso no va a suceder. Nuestra actitud en torno al comercio cambia cuando los países no toman en serio las amenazas a la seguridad internacional”.

China y Rusia se mostraron reacios a amploar las sanciones contra Norcorea y urgieron en cambio a EU a trabajar en una solución negociada a la actual crisis. “Las sanciones no van a resolver la cuestión”, dijo el embajador adjunto de Rusia, Vladimir Safronkov.

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