Charlie Gard

tiene 10 meses y está en la fase terminal de una enfermedad que se llama síndrome de disminución mitocondrial y que, hasta ahora, sólo ha sido detectada, en todo el mundo, en 16 personas. Su caso no sólo ha enfrentado a sus padres con el gobierno británico , sino que ha desatado un debate que se ha extendido fuera del país.

Los médicos británicos que lo atienden en el hospital Great Ormond Street afirman que Charlie no tiene cura y que se le debería permitir morir “con dignidad”, por lo que solicitaron permiso para apagar el ventilador que mantiene al bebé con vida, pero sus padres, Connie Yates y Chris Gard , quieren llevarlo a Estados Unidos a someterlo a un tratamiento experimental a base de terapia de bypass nucleósida .

Ante la negativa del hospital, los padres decidieron ir a los tribunales británicos e iniciaron una campaña para recaudar fondos . Hasta el momento, han conseguido cerca de 1.4 millones de euros para financiar el tratamiento en EU.

“Charlie se merece una oportunidad”, señaló Chris en los tribunales. Tanto él como su esposa aseguran que su hijo está prácticamente en calidad de “prisionero” en el hospital. Médicos españoles han sido consultados en el proceso, y ratificaron el punto de vista de los doctores británicos: el tratamiento estadounidense es experimental y poco puede hacer para ayudar a Charlie a salir adelante.

La familia recibió un revés el 11 de abril, cuando el tribunal británico autorizó a los médicos a interrumpir el tratamiento del bebé y dejarlo morir “con dignidad”. La Alta Corte británica ratificó la decisión y autorizó suprimirle la respiración artificial.

El tema desató un debate entre quienes afirman que el pequeño tiene derecho a morir dignamente y quienes afirman que merece la oportunidad que sus padres desean brindarle para ver si pueden salvarlo. Padres de familia se han sumado a la causa de la familia Gard, señalando que lo que están haciendo los tribunales es pasar sobre la autoridad parental.

Connie

y Chris decidieron jugarse su última carta, y recurrieron a la Corte Europea de Derechos Humanos ( CEDH ), que este viernes ordenó al gobierno británico seguir proporcionando tratamiento a Charlie para que “sufra lo menos posible, conserve toda su dignidad” y se le mantenga con vida, “en la medida de lo posible”, al menos hasta la medianoche del martes 13 de junio, en lo que evalúa la demanda presentada por los padres.

“Haría todo por Charlie”, afirma Chris. La decisión está en manos de la CEDH.

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