El principal sindicato de periodistas de Venezuela denunció ayer que 376 reporteros han sufrido agresiones durante casi tres meses de protestas contra gobierno la mayoría por parte de militares y policías. En tanto, el presidente Nicolás Maduro, acusó a líderes opositores de urdir un plan para dar un golpe de Estado y desencadenar una intervención militar de Estados Unidos.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) precisó a través de Twitter que “entre el 31 de marzo y el 24 de junio, 376 trabajadores de prensa han sido agredidos en 238 casos documentados”, de los que las “fuerzas de seguridad son responsables de 170”.

Contabiliza igualmente 33 “detenciones ilegales” de trabajadores de medios de comunicación.

Aunque a solicitud del Ministerio Público los tribunales aceptaron “medidas especiales de protección” en favor de los periodistas, las denuncias de ataques a reporteros por policías, militares y manifestantes han sido constantes desde que inició la jornada de protestas, el pasado 1 de abril, las cuales han dejado 75 muertos.

Mientras tanto, el presidente Maduro afirmó que el supuesto complot de opositores para dar un golpe de Estado y propiciar una intervención de Estados Unidos en Venezuela fue “desmantelado”. Dijo que el plan incluía al jefe del Parlamento, Julio Borges, como líder de “una junta [de gobierno] de transición”. Mencionó igualmente al vicepresidente del Legislativo, Freddy Guevara, y a la ex diputada María Corina Machado.

Maduro no aclaró quién era El Cuadrante, pero el sábado, cuando hizo las primeras denuncias sobre el plan, señaló a un militar que separó del gobierno, sin dar su nombre. El diario Últimas Noticias, de línea oficialista, apuntó a Miguel Rodríguez Torres, jefe de inteligencia del ex presidente Hugo Chávez y ex ministro de Interior convertido en crítico de Maduro.

El mandatario dijo que hay cinco detenidos, aunque entre ellos no figura ninguno de los dirigentes aludidos en su denuncia. Indicó que los líderes involucrados “huyeron” cuando las autoridades allanaron una vivienda donde se hicieron reuniones de la conspiración. No aclaró si hay órdenes de captura, pero pidió “meterlos presos a todos” de materializarse “el golpe”.

Entre los detenidos, Maduro solo identificó a Roberto Picón, asesor electoral de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), a quien definió como “una persona muy íntima” del ex candidato presidencial Henrique Capriles.

La MUD rechazó las acusaciones y anunció que seguirán las manifestaciones para que se realicen elecciones y contra la Asamblea Constituyente de Maduro.

Sin embargo, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, dijo que la dependencia no permitirá que haya un sabotaje en el proceso de la Constituyente, que se realizará el próximo 30 de julio.

La titular del ente electoral indicó que es un “delito” que se quiera hacer algún tipo de impedimento para que no se celebren estos comicios y señaló que quien no quiera ir a votar, puede abstenerse pues, indicó, es “su derecho”. 

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