Tras el atentado frustrado en los Campos Elíseos de París, el presidente francés, Emmanuel Macron, presentó ayer un proyecto de ley antiterrorista, que preocupa a los defensores de las libertades civiles, a la vez que el gabinete deliberó sobre una prolongación del estado de emergencia hasta comienzos de noviembre.

La nueva ley presentada en el consejo de ministros remplazaría al estado de emergencia, un régimen de excepción decretado en Francia tras los atentados yihadistas del 13 de noviembre de 2015. Este régimen, inicialmente destinado a responder a un peligro inminente, ha sido prorrogado cinco veces, frente a esta amenaza.

En principio, debía ser levantado el próximo 15 de julio, pero el gobierno propondrá prolongarlo hasta el 1 de noviembre, mientras presenta la nueva ley ante el Parlamento. El gobierno argumenta que la nueva ley antiterrorista solo establece la base para poner fin al estado de excepción.

El ministro del Interior, Gérard Collomb, dijo que “esto es de momento, la prolongación del estado de emergencia, pero al mismo tiempo el intento de finalizarlo”. El portavoz gubernamental, Christophe Casaner, explicó que el arsenal jurídico será adaptado “para conseguirnos los medios para poder combatir efectivamente al terrorismo en el marco de la legislación ordinaria”.

Este texto busca “introducir en el derecho común disposiciones concretas, dirigidas y supervisadas para luchar de forma eficaz contra el terrorismo” y permitirá “reservar el régimen de estado de emergencia a circunstancias excepcionales”, indicó el gobierno.

Sin embargo, algunas medidas excepcionales del estado de emergencia podrán volver a ser aplicadas. La legislación ha recibido el visto bueno de la principal jurisdicción administrativa francesa, a pesar de la preocupación expresada por grupos como Amnistía Internacional (AI) o Human Rights Watch, que temen que se integre al derecho común prerrogativas excepcionales.

El primer texto antiterrorista de la presidencia Macron fue presentado en momentos en que la amenaza sigue latente en Francia. En total, 239 personas han perdido la vida en los últimos dos años, víctimas de atentados.

El lunes un islamista radicalizado murió después de haber embestido un furgón de la policía con un vehículo cargado de armas y bombonas de gas en Campos Elíseos. Ese atentado frustrado es el tercer ataque yihadista en los últimos dos meses en la capital francesa contra las fuerzas del orden.

Con esta ley, las autoridades podrían vigilar a cualquier persona si existen “motivos serios” para pensar que su comportamiento representa una amenaza “particularmente grave” para la seguridad. Podrían además impedir la circulación de personas más allá de un “perímetro geográfico determinado” y realizar allanamientos, dos medidas que hasta ahora solo podían llevarse a cabo bajo el estado de emergencia.

Esta ley “toma en consideración todas las formas de amenazas y notablemente los actos de individuos aislados que hemos podido constatar recientemente”, dijo Macron, quien añadió: “Necesitamos respuestas inéditas y propias a la lucha contra el terrorismo islamista. Es lo que nuestra sociedad necesita para salir del estado de emergencia permanente”. Agencias

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