Atlanta.— Por estrecho margen, los republicanos lograron salvar ayer un reñido escaño por el sexto distrito de Georgia que se convirtió en un referéndum de la gestión del presidente Donald Trump.

El resultado es un duro golpe para los demócratas, quienes gastaron más de 30 millones de dólares en esta elección —la más cara en la historia de los comicios para la Cámara Baja en Estados Unidos—, en un intento por arrebatar a los republicanos un distrito que está en su poder desde 1979.

Karen Handel se impuso a su rival Jon Ossof por 5.7 puntos porcentuales, escrutados 136 de 208 circunscripciones.

En los últimos días, las encuestas mostraban una competencia tan reñida que Trump salió a volcar su apoyo a Handel. La elección se celebró bajo la atenta mirada de todo el país, que los demócratas intentaron convertir en una suerte de referéndum del mandato de Trump y esperaban que demostrara la impopularidad de éste y cómo estaba afectando a los republicanos.

De acuerdo con medios estadounidenses, los indecisos, 3.7%, eran un factor clave para definir quién reemplazará en el Congreso federal a Tom Price, nombrado secretario de Salud por Trump.

Ayer mismo, el mandatario quien ganó en noviembre pasado este distrito por escaso margen, criticó al neófito candidato demócrata de 30 años por querer aumentar los “impuestos al máximo nivel y es débil en cuanto al crimen y la seguridad”. Por contra, el magnate aseguró que la republicana es una “gran trabajadora” que “luchará por impuestos más bajos, excelente seguro médico y fuerte seguridad”.

Esta elección se lee también como un anticipo de lo que pueda pasar en las elecciones legislativas de 2018 y lo ajustado de la victoria tampoco son buenas noticias para los republicanos y el mandatario.

Ossoff estuvo cerca de hacerse con la curul en abril pasado, cuando en la primera vuelta logró 48.1% de los votos, muy cerca de 50% necesario para no ir a segunda vuelta. Handel sólo recibió 19.8%. Agencias

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