El presidente Juan Manuel Santos defendió ayer la paz en Colombia, tras el atentado terrorista del sábado en el Centro Comercial Andino de Bogotá, que dejó tres mujeres muertas, entre ellas una francesa, así como nueve heridos. El mandatario dijo que las autoridades trabajan en tres líneas de investigación y ofreció una recompensa por los responsables.

Santos encabezó un consejo de seguridad por el ataque, que provocó la condena unánime de los colombianos y de la comunidad internacional. Anunció que el gobierno dará una recompensa de 100 millones de pesos colombianos (unos 33 mil 600 dólares) por datos de los responsables del atentado.

“Con la paz, con la reconciliación, hemos avanzado mucho para consolidar la tranquilidad de los colombianos”, indicó Santos, quien acudió al centro comercial, donde almorzó con su hijo Esteban para celebrar el Día del Padre y dialogó con comensales y empleadas del lugar. “No hay ninguna posibilidad que el terrorismo vaya a doblegar al pueblo colombiano”, dijo.

El premio Nobel de la Paz de 2016, galardón que recibió por sus esfuerzos acabar con más de medio siglo de conflicto armado, aseguró: “No vamos a permitir que lo logrado hasta ahora sea frenado por unos extremistas, cobardes o por quienes no quieren la reconciliación del pueblo colombiano”.

El sábado, poco antes de las 17:00 horas locales un explosivo estalló en el baño de mujeres de la segunda planta del exclusivo centro comercial Andino. Murieron la ciudadana francesa Julie Huynh, de 23 años, y dos colombianas, Ana María Gutiérrez, de 27 años, y Lady Paola Jaimes, de 31. La mayoría de los nueve heridos que dejó la explosión, entre ellos Nathalie Nadine Veronique Levrand, la madre de Huynh, ya fueron dados de alta del hospital, salvo una mujer que “sigue en cuidados intensivos”. Según medios colombianos, un video muestra un sospechoso. Se trata de un hombre que se ve salir corriendo del baño.

“El equipo investigador tiene tres hipótesis concretas y no las voy a mencionar para no dañar la investigación”, comentó el presidente. Ningún grupo ha reivindicado el ataque. Sin embargo, medios han apuntado a tres posibles sospechosos, incluyendo la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que el mismo sábado condenó lo que llamó “execrable” atentado y pidió “seriedad a quienes hacen acusaciones infundadas y temerarias”.

Otra hipótesis que barajan los medios es que el culpable sea el Clan del Golfo, banda criminal de origen paramilitar que en las últimas semanas desencadenó una ola de asesinatos de policías en el país.

Otro nombre que figura entre los sospechosos es el Movimiento Revolucionario Popular, al que en los últimos meses se le han atribuido atentados con explosivos de baja potencia en Bogotá, principalmente contra entidades del sector de la salud.

Para ponerse el frente de la investigación en estos primeros días tras el ataque, que definió como “cruciales” para la indagatoria, Santos canceló el viaje que tenía previsto emprender hoy a Portugal para una visita de Estado, aunque mantuvo la que hará a Francia a partir del miércoles.

El atentado ocurrió antes de que la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC inicie el martes la tercera y última fase de la dejación de armas prevista en el acuerdo de paz firmado en noviembre con el gobierno. En las últimas dos semanas, la guerrilla consignó 60% de su arsenal a la misión de la ONU en Colombia —a cargo de este proceso—, en un paso clave para que sus 7 mil combatientes inicien su transición a la vida civil. Las FARC exigieron al Estado una “investigación profunda” del ataque y aseguraron que van “a persistir en la construcción de un país en paz”.

El ataque del sábado fue el segundo grave este año en Bogotá. El 19 de febrero, una explosión cerca de la Plaza de Toros dejó un policía muerto y 23 uniformados y dos civiles heridos, hecho que se atribuyó al ELN, que ese mes instaló diálogos de paz con el gobierno, sin lograr un acuerdo. Agencias

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