Un empleado de la empresa de envíos United Parcel Service (UPS) abrió fuego ayer dentro de una de las instalaciones de entrega de paquetería de la compañía en San Francisco, donde mató a tres compañeros de trabajo y luego se suicidó, informaron las autoridades.

Dos personas más resultaron heridas y fueron llevadas a un hospital de la zona, dijo la policía de San Francisco, que hasta anoche no había identificado al atacante ni a las víctimas.

Huyendo de las balas, algunos empleados buscaron refugio en el techo del edificio de cuatro pisos y otros corrieron al exterior y golpearon las ventanas de un autobús público que pasaba, comentaron testigos.

“Golpeaban el autobús y gritaban ‘¡vamos! ¡vamos! ¡vamos!’”, relató Jessica Franklin, de 30 años, quien viajaba en el autobús hacia su trabajo cuando el conductor realizó una parada regular frente a la instalación de UPS. “Cuando abordaron el autobús se agacharon rápidamente”.

El tiroteo generó una respuesta masiva de la policía en uno de los barrios industriales de la ciudad, ubicado a aproximadamente 3.2 kilómetros del centro de la ciudad de San Francisco, dijo a reporteros el subjefe de policía Toney Chaplin.

Agentes, empleados de UPS y testigos describieron escenas de caos mientras sonaban disparos durante una reunión matutina, antes de que salieran los choferes a sus rutas de entrega. El vecino Raymond Deng dijo que escuchó hasta ocho disparos rápidos de arma de fuego.

“Todos fueron en una sucesión rápida”, comentó Deng, un empleado de tecnología de 30 años que vive al otro lado de la calle frente a la bodega.

La policía llegó en minutos. Los agentes encontraron personas heridas y las llevaron a un lugar seguro y confrontaron al atacante, quien estaba armado con “una pistola de asalto”, señaló Chaplin.

“El sospechoso puso el arma en su cabeza y disparó”, informó el subjefe de la policía, quien agregó que no ha determinado el motivo del ataque.

El alcalde Ed Lee condenó la violencia y elogió a las autoridades.

“Pudo haber sido peor. Hoy se salvaron vidas”, reconoció.

No quedó claro de inmediato cuántos empleados había en la instalación al momento del ataque, pero UPS dijo que la bodega emplea a 350 personas. El atacante y todas las víctimas eran empleados, indicó la empresa a través de un comunicado.

Marvin Calderon, chofer de UPS, aseguró a la televisora KNTV que reconoció al atacante como un compañero, pero que no lo conocía personalmente.

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