El partido del presidente francés, Emmanuel Macron, sentó ayer en la primera vuelta de las legis- lativas las bases para alcanzar el próximo domingo la que se presume como una victoria histórica, que le permitiría obtener una holgada mayoría absoluta en el Parlamento, condición esencial para realizar las ambiciosas reformas con las que espera sacar al país del estancamiento económico.

La República En Marcha (REM), que presentó como candidatos a una mezcla de políticos repescados de las filas socialistas y conservadoras junto a figuras poco conocidas de la sociedad civil, obtuvo —con 98% de los votos escrutados— 32.33%.

Debido al sistema electoral francés a doble vuelta, los candidatos de REM estarán presentes en un enorme número de duelos a dos o a tres en la segunda ronda. Y tienen muchas posibilidades de adjudicarse la mayoría de ellos. Las estimaciones apuntan a que la maquinaria electoral de Macron conseguirá entre 390 y 445 escaños, de los 577 de la Asamblea Nacional, muy por encima de la mayoría absoluta (289 diputados).

El resultado es todavía mejor del que preveían las encuestas para la formación “macronista”. Pero si la tendencia se confirma en la segunda vuelta, el presidente más joven de la historia de Francia tendría el camino libre para aplicar sus proyectos.

Los franceses confirmaron en las urnas su “apoyo al proyecto de renovación” de Macron, declaró su primer ministro, Edouard Philippe.

El portavoz del gobierno, Christophe Castaner, advirtió, sin embargo, que hasta la segunda ronda “nada está decidido” e instó a sus partidarios a “seguir movilizados”.

Los resultados dibujan un panorama muy favorable para la ambiciosa agenda reformadora de Macron, que pretende tocar asuntos tan sensibles como la ley del trabajo o la educación primaria.

Sin embargo, la presumible victoria de REM en la segunda vuelta quedó enturbiada por la baja participación: sólo 49 % de los franceses acudieron a las urnas, una cifra de abstencionismo histórica en el país.

El partido de centro derecha Los Republicanos fue el segundo más votados, con cerca de 20%, pero hasta hace cinco meses se preparaban para dominar la Asamblea Nacional. De acuerdo con las proyecciones, se harían finalmente con entre 85 y 125 escaños dentro de una semana.

Peor aún es el panorama para el ultraderechista Frente Nacional, que con 14% de los votos se quedaría lejos de su objetivo de alcanzar en la segunda vuelta los 15 escaños que le asegurarían poder formar grupo parlamentario, ya que apenas obtendría entre uno a 10 diputados.

El descalabro mayor fue para el Partido Socialista, que se queda en torno a 9%, reteniendo apenas entre 15 y 40 escaños, cuando hasta ahora, contaba con 277 diputados.

Los socialistas se vieron perjudicados por el ascenso de la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon y su Francia Insumisa, que logró ayer 11%, lo que le daría entre 10 y 23 escaños.

Los líderes partidistas reaccionaron a los resultados de la primera vuelta. La presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, opinó que la falta de participación había “penalizado” a su formación, y pidió a todos los “patriotas” acudir masivamente a votar el próximo domingo para frenar la avalancha de la REM.

El responsable de la campaña de Los Republicanos, François Baroin, reclamó a la sociedad una “movilización” en la segunda vuelta para evitar que “un solo partido” concentre todo el poder. 

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