.— El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que los cuerpos de seguridad detuvieron a cuatro presuntos jefes de “bandas armadas”, que el gobierno asegura dirigen las protestas opositoras, mientras que las fuerzas de seguridad dispersaron una marcha de universitarios. Un dirigente estudiantil murió a causa de “varios disparos”.

Las brigadas antimotines de la policía y la Guardia Nacional (policía militarizada) utilizaron gases lacrimógenos para evitar que la marcha de estudiantes saliera del campus de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Los estudiantes llegaron a concentrarse pero no pudieron iniciar la marcha, convocada justamente para protestar contra la violencia represiva.

Según la rectora de la UCV, Cecilia García, el accionar policial dejó al menos 14 heridos y los gases llegaron hasta los edificios dentro del campus. “Sepa este gobierno que haga lo que haga el movimiento estudiantil va a seguir en la calle, pónganse los pantalones y asuman que el pueblo venezolano los quiere afuera”, dijo la presidenta de la Federación de Centros Universitarios de la UCV (FCU-UCV), Rafaela Requesens, antes de intentar marchar.

Juan López Manjares, de 33 años, y presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Territorial José Antonio Anzoátegui, en la ciudad de El Tigre, en el estado Anzoátegui del noreste del país, “se encontraba en una asamblea estudiantil” y, al “finalizar, uno de los asistentes se le acercó y le propinó varios disparos”, señaló la fiscalía venezolana.

El sujeto que asesinó a López huyó posteriormente a bordo de “una moto con rumbo a la carretera nacional El Tigre - Ciudad Bolívar”, añadió la fiscalía, según la cual, en el hecho otras tres personas resultaron heridas.

También se reportó la muerte, la madrugada de ayer, del policía Gerardo Barrera, de 38 años, herido de bala en una manifestación el miércoles en el municipio de San Joaquín, en el estado de Carabobo. Estos decesos elevan a 36 la cifra de fallecidos en poco más de un mes de protestas contra Maduro.

En tanto, Maduro anunció la detención de cuatro supuestos jefes de las “bandas” de la oposición, las cuales según él son las que generan la violencia. “Se han capturado armas, bombas, fusiles de este grupo que ha sido capturado. Estamos desmembrando importantes bandas armadas que dirigen la insurgencia armada contra las leyes, el Estado y la sociedad venezolana”, señaló en un contacto telefónico con un grupo oficialista que debate su propuesta de una Asamblea Constituyente.

Maduro responsabilizó al jefe de la Asamblea Nacional, el opositor Julio Borges, por haber preparado el miércoles “un día de terror” a través de las protestas violentas, para después viajar a Estados Unidos a pedir que los países de la región sancionen al gobierno. “Ahí se fue Julio Borges, convocó a la violencia y ahí se fue, allá está en Washington, con la basura de [el secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA] Luis Almagro, pidiendo sanciones contra Venezuela, ¿cómo se llama eso? Traición a la patria”, fustigó Maduro.

Borges presentó ante la OEA un alegato para impedir que Venezuela salga del bloque, como decidió Maduro.

Ocho países deploran violencia. Los gobiernos de ocho países latinoamericanos, incluyendo México, Argentina, Brasil y Colombia, deploraron ayer en un comunicado “el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades venezolanas contra la población civil que marcha para protestar contra las medidas del gobierno que afectan la estabilidad democrática, polarizan aún más a la sociedad venezolana y ocasionan la pérdida de vidas humanas”. También llaman al gobierno de Maduro a respetar los “derechos humanos de sus ciudadanos”.

El miércoles, tras difundirse información de que el líder opositor preso Leopoldo López había sido trasladado a un hospital militar sin signos vitales, el gobierno difundió un video donde López afirma estar bien. Ayer, Lilian Tintori, esposa del opositor, aseguró que “ese video es falso. Exigimos ver a Leopoldo, de quien no sabemos nada en un mes”, dijo. Tintori responsabilizó de lo ocurrido a las autoridades de la cárcel de Ramo Verde, donde su marido cumple una condena de casi 14 años por la supuesta instigación de las protestas de 2014 contra el gobierno. Este sábado, ella encabezará una marcha de mujeres contra el régimen. Con información de Ariadna García

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