A la vista de las profundas diferencias con Estados Unidos, la canciller alemana, Angela Merkel, hizo un llamado ayer a la cohesión de Europa.

“Los tiempos en los que nos podíamos fiar completamente de los otros están terminando. Eso lo vi los últimos días”, declaró la presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en un acto junto con Horst Seehofer, líder de su partido hermanado, la Unión Cristianosocial (CSU), en Múnich.

“Y por ello, sólo puedo decir: nosotros los europeos debemos realmente tener nuestro destino en nuestra propia mano”, afirmó al día siguiente de la cumbre del G7 en Taormina, Italia.

La canciller indicó que eso se debe hacer manteniendo una relación de amistad con Estados Unidos y Reino Unido, y con los vecinos como Rusia y otros países.

“Sin embargo, debemos saber que debemos luchar nosotros mismos por nuestro futuro y nuestro destino como europeos”, agregó.

Merkel no mencionó directamente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien durante su reciente gira por Europa criticó a los países aliados de su nación en la OTAN y se negó a aprobar un acuerdo global sobre cambio climático.

Los líderes europeos se quedaron con sentimientos encontrados: alivio por la paciencia que Trump mostró al escuchar sus argumentos e inquietud por una figura a lo Jekyll y Mr. Hyde que aún trata de encontrar su propio estilo en los grandes asuntos políticos.

Las críticas más duras contra Trump se reservaron para la aparición del mandatario en la sede de la OTAN en Bruselas, que fue calificada como un “desastre” por más de un funcionario europeo.

La participación del magnate en Bruselas fue particularmente dolorosa para los alemanes, quienes después de meses de estrechos contactos con el presidente estadounidense —entre ellos la invitación de Merkel a su hija Ivanka para participar en una cumbre femenina del G-20 en Berlín— se vieron atacados. Trump criticó el superávit comercial de Alemania en una reunión privada con altos cargos de la Unión Europea.

“Si Trump realmente quiere ir por el camino de aislamiento, sólo acelerará el ascenso de China a la cima”, sostuvo al respecto un alto funcionario alemán.

“Su retórica y sus acciones sugieren que no considera una prioridad construir relaciones estrechas con aliados que hasta ahora EU había considerado como los más importantes”, dijo Daniela Schwarzer, directora de investigación del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores en Berlín.

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