El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmó ayer el decreto con las “bases” para la convocatoria a una Constituyente integrada por 540 representantes, que lejos de disipar la crisis que desde hace ocho semanas afronta su gobierno, abre un nuevo flanco de conflicto con la oposición.

Entre aplausos de sus seguidores y críticas hacia la oposición, a la que acusó del “odio”, la “violencia” y el “fascismo” en el país, Maduro ratificó el llamado a una Constituyente que anunció el pasado 1 de mayo, cuando se cumplía el primer mes de las manifestaciones en su contra y que transcurridas ocho semanas dejan decenas de muertos: 53 según la Fiscalía o 60 de acuerdo con el gobierno.

El documento fue entregado por el gobernante al Consejo Nacional Electoral (CNE), que ayer mismo determinó que el decreto “cumple con las formalidades” y señaló que los comicios serán a finales de julio. Las bases anunciadas por el presidente contemplan la elección de 540 asambleístas, una parte (364) por votación por municipios y 176 a ser escogidos en ocho sectores de la sociedad, entre ellos trabajadores, indígenas o campesinos. Será el CNE el que calificará a los sectores que pueden postularse para la elección.

“Es la Constituyente más democrática que logra el sueño que tenía nuestro comandante [Hugo] Chávez de darle la voz a los trabajadores, a la clase obrera, a los campesinos, a los comuneros, a los empresarios, a las personas con discapacidad, a los cultores, a los artistas, a las mujeres, a los estudiantes”, dijo Maduro. “Tengo fe que aquí hay un pueblo que quiere paz y que no se va a dejar acorralar por cuatro grupos armados y la violencia”, dijo y acusó a la oposición de instalar una estructura paramilitar en varias regiones del país que ha comenzado a actuar de forma irregular, autónoma, incluso “respondiendo a mafias colombianas que dan órdenes de quemar, destruir y matar”.

El jefe de Estado se pronunció en cadena obligatoria de radio y televisión desde el palacio presidencial de Miraflores, donde ayer culminó la marcha “por la paz y contra el fascismo” que protagonizaron centenares de chavistas en el centro de Caracas.

Maduro defendió que los 540 constituyentes tendrán “la voz y el poder del pueblo” en una “asamblea nacional originaria y plenipotenciaria”.

La Asamblea Nacional Constituyente, que será unicameral, se instalará en las 72 horas posteriores a la proclamación de los vencedores.

Maduro determinó que la Constituyente sesione en el Parlamento, bajo control de la oposición desde 2016.

El Parlamento reaccionó con un rechazo unánime de las bases “para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente fraudulenta”.

Los legisladores instaron además a la oposición a marchar hoy hacia el Consejo Nacional Electoral (CNE) para “convocar a un referéndum consultivo que permita al pueblo expresarse a través del voto universal, directo y secreto sobre la pertinencia de la Asamblea Nacional Constituyente”.

Analistas y la oposición advierten que la Constituyente será una “elección a medida”. “Ellos van a decidir qué sector vota, por quién vota, y cuándo elije. (...) Lo que propone Maduro es que él va a determinar quién es quién, quién es trabajador, obrero, empresario”, se quejó Julio Borges, presidente del Parlamento. Según Eugenio Martínez, experto en temas electorales, esto no es más que “un proceso diseñado para que el voto chavista valga [o escoja] más que el opositor”.

La Constituyente también ha generado fisuras en el oficialismo e incluso fue rechazada por la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, confesa chavista.

Las brutales protestas ocurren en medio de una severa crisis económica en el país con mayor reservas petroleras, marcada por una desbocada inflación —estimada en 720% por el FMI para 2017— y una escasez crónica de alimentos básicos y medicinas.

Todo esto golpea la popularidad de Maduro, cuya gestión rechazan siete de cada 10 venezolanos, de acuerdo con encuestas privadas.

Ya antes de conocer las “bases” de la Constituyente, el magistrado del Tribunal Supremo de Justicia Danilo Mojica Monsalvo había expresado su desacuerdo con ese mecanismo.

“Debo indicar que, al igual que lo señaló la fiscal general de la República, [Luisa Ortega] la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente no es la solución a la crisis que sufre el país”, dijo el jurista en una carta enviada a Maduro, a la que tuvo acceso la agencia Efe.

El letrado, que forma parte de la Sala de Casación Social, solicitó al presidente que reflexione “bien”.

“Las tumbas de nuestra juventud circundan a Venezuela. Basta ya de pérdidas de más vidas inocentes. La historia no nos perdonará a quienes no actuemos en función del interés nacional”, subrayó Mojica, al rechazar la represión contra las manifestaciones.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses