Con mensajes como “#Resistencia”; “#Elecciones ya” y desafiando gases lacrimógenos, más de 200 mil personas salieron ayer a las calles de Venezuela para exigir el fin del gobierno de Nicolás Maduro, al cumplirse 50 días de protestas que han dejado 48 muertos.

La actividad denominada “Somos millones”, que según los voceros del antichavismo era sólo una concentración, pero no descartaban que se convirtiera en marcha, se llevó a cabo sin contratiempos hasta que los más de 160 mil opositores —según organizadores— decidieron movilizarse desde el este de Caracas hasta la sede del Ministerio de Interior, en el centro de la ciudad, órgano al que los opositores responsabilizan de la “represión” en las protestas. “Esto ha sido una masacre contra el pueblo, pero a pesar de todo, mientras más represión, más resistencia y lucha por Venezuela”, gritó enardecido el líder opositor Henrique Capriles, antes de iniciar la caminata hacia el Ministerio del Interior.

“Invitamos a marchar todos los días que sea necesario hasta que haya un cambio en Venezuela”, señaló Capriles, a quien esta semana el gobierno le impidió viajar a Nueva York, donde pretendía denunciar la “represión” en el país ante el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU. “Bandido, corrupto, vas para afuera”, dijo en referencia al presidente Maduro.

En Chacaíto, los opositores se encontraron con la Policía Nacional Bolivariana (PNB) bloqueando el paso, que procedió a disolver la protesta con las bombas lacrimógenas. En un video publicado en su Twitter, Capriles, aseguró: “La lucha sigue. Esto no tiene marcha atrás. Mientras más represión, más firmeza”.

Por otra parte, dirigentes y diputados opositores difundieron en Twitter imágenes en las que se puede ver el humo de las bombas lacrimógenas con las que, aseguran, dispersaron la actividad opositora en la ciudad de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui.

“Repudiamos la brutal arremetida de la dictadura contra nuestro pueblo de #PuertoLaCruz y exigimos la libertad de los detenidos injustamente”, expresó el diputado opositor Armando Armas, junto con imágenes en las que se muestra un cordón policial y personas cubriéndose de los gases lacrimógenos.

En tanto, Maduro llamó ayer al chavismo a prepararse “para ganar” la Asamblea Nacional Constituyente que convocó como una salida a la crisis que vive el país y que él mismo calificó de ser “el camino de la paz”.

“Voto sí, balas no; Constituyente sí, guarimba [bloqueos] no; Constituyente sí, violencia, no; Constituyente de amor, sí; odio e intolerancia, no. Ahí esta el centro de la decisión que estamos tomando: la Constituyente”, declaró Maduro en una contacto telefónico con los asistentes a una movilización que recorrió ayer el centro caraqueño.

Trabajadores del sector alimentario y simpatizantes del gobierno marcharon ayer hasta el palacio de Miraflores en apoyo a la Asamblea Nacional Constituyente. Los asistentes a la movilización despidieron a Maduro al grito de “Uh, ah, Maduro no se va, ahí lo puso Chávez y ahí se quedará”, en alusión a su antecesor Hugo Chávez.

La jornada de manifestaciones opositoras a nivel nacional forma parte de la agenda de protestas que la oposición venezolana lleva a cabo en contra del presidente Nicolás Maduro, a quien le reclaman elecciones generales, entre otras exigencias. 

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