La policía de Nueva York presentó ayer cargos de asesinato y homicidio agravado con un vehículo contra el hombre que atropelló el jueves a un grupo de peatones en Times Square, causando la muerte de una joven y 22 heridos. El conductor dijo que quería “matarlos a todos” y que la policía debió haberlo asesinado para impedirlo, reveló un fiscal.

Richard Rojas, de 26 años y ascendencia dominicana, dijo a la policía el jueves, después de estrellar su Honda Accord contra las barreras protectoras, que había fumado marihuana mezclada con PCP (o polvo de ángel, un alucinógeno), según una denuncia penal, y además, indicó que Dios le ordenó que lo hiciera, de acuerdo con CNN, que cita a una fuente de las investigaciones. “Se suponía que debían dispararme, quería matarlos a todos”. También dijo que “escuchaba voces”.

Un funcionario policial dijo que Rojas tenía “los ojos vidriosos, la voz gangosa y estaba tembeleque”, de acuerdo con la denuncia.

Vestido con la misma camiseta roja y vaqueros que llevaba al momento de su detención, Rojas se mostró sumiso durante la comparecencia breve, en la que los fiscales presentaron el cargo de homicidio agravado. No presentó una declaración y debe regresar a la corte la próxima semana.

Rojas condujo su auto del Bronx a Times Square, donde se introdujo en el ajetreado sitio en el centro de Manhattan y atropelló a una veintena de personas antes de estrellarse contra las barreras de acero, indicaron las autoridades. La turista Alyssa Elsman, de 18 años, murió arrollada. Su hermana de 13 años está entre los 22 heridos. Tres personas se encontraban en estado crítico con heridas graves en la cabeza y otra había sufrido colapso de pulmón y fractura de pelvis.

El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, señaló que no hay indicios de que se trate de un acto terrorista. También dijo que, de acuerdo con la familia de Richard, éste sufrió “trastornos mentales desde la infancia”, por los cuales no fue tratado. Su acción “parece intencional en el sentido de que él era problemático y agresivo”.

Las autoridades reportaron que Rojas ya había sido condenado durante su época de soldado en la Marina estadounidense, por embriaguez al volante y comportamiento ilegal por un tribunal militar. Tras sus escasos tres años en la Marina, fue despedido del servicio militar “en condiciones deshonrosas”, dijo un oficial de alto rango.

El tribunal militar en Jacksonville, Florida, donde Rojas estuvo en parte estacionado como soldado, lo condenó en junio de 2013 a una multa de unos 3 mil 400 dólares y le impuso una suspensión de salidas de tres meses. Al mismo tiempo, fue degradado a un sueldo menor.

Rojas admitió su culpabilidad en los cargos, que además de embriaguez incluían amenazas a otras personas.

Rojas se enroló en la Armada en 2011 y también fue aprendiz de bombero. Durante su época en la Marina, entre 2011 y 2014, estuvo un tiempo en el destructor USS Carney, así como en las bases en Illinois y en Carolina del Sur. Los archivos navales indican que en 2013 pasó dos meses en una prisión naval en Charleston, Carolina del Sur, pero no aclaran el motivo.

Rojas ya había sido arrestado anteriormente en 2008 y 2015 por conducir ebrio. También la semana pasada fue detenido, la policía indicó que amenazó con un cuchillo a un notario que había ido a su residencia a trabajar con documentos. Rojas acusó al hombre de robarle su identidad. Ese caso aún está pendiente.

En arrestos previos, Rojas le dijo a las autoridades que pensaba que era hostigado y perseguido.

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