El Kremlin consideró este miércoles la destitución del director del FBI, James Comey, por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, como "un asunto interno" de EU que no tiene nada que ver con Rusia.

"Es un asunto absolutamente interno en Estados Unidos, una decisión soberana del presidente estadounidense y no tiene nada que ver y no debe tener nada que ver con Rusia", declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Preskov.

La decisión del presidente Trump provocó el martes una enorme sorpresa en Washington, en un momento en el que la policía federal está encargada especialmente de la investigación sobre las posibles relaciones entre el equipo de campaña de Donald Trump y Rusia, acusada de haber interferido en las elecciones estadounidenses.

"Esperamos que esto no tenga ningún impacto" en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, añadió Peskov, respondiendo a una pregunta sobre las posibles consecuencia en los vínculos entre ambas potencias.

Este despido sorpresa, con un único precedente en la historia del FBI, se produce cuando Donald Trump recibe este miércoles en la Casa Blanca al ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, que en un principio estaba previsto que se reuniera solo con su homólogo estadounidense, Rex Tillerson, para tratar el conflicto en Siria.

lsm

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