Es el primer ataque de Estados Unidos a posiciones del gobierno sirio desde que inició el conflicto civil en ese país. El presidente Donald Trump ordenó el bombardeo con 59 misiles Tomahawk contra la base aérea de Siria cercana a Homs y desde donde partieran los aviones que atacaron a la población civil con armas químicas el pasado martes, causando la muerte de 80 personas, entre ellas dos docenas de niños y de lo que se acusa a Bashar al-Assad.

La noticia dio la vuelta al mundo y es la principal lo mismo para The New York Times, The Washington Post, Le Monde, Der Spiegel, The Guardian, The Atlantic, The New Yorker, la BBC, The Economist… lo es también en las televisoras del mundo entero, la radio, en los portales en Asia, Europa, América Latina, Rusia, China. El bombardeo cimbró a Medio Oriente pero tiene repercusiones mundiales.

De acuerdo con The New York Times, el ataque fue ordenado después de dos días de intensas deliberaciones con los mas importantes consejeros de seguridad nacional y anunciado por Trump al finalizar la cena en Mar-a-Lago con el presidente de China, Xi Jinping. China y Rusia se han opuesto en el Consejo de Seguridad durante años a cualquier sanción contra el gobierno sirio de Al-Assad. Al anunciar la operación, Trump llamó el ataque con armas químicas del que se acusa a Siria “una barbarie”, y dijo que la decisión fue tomada para prevenir y evitar el uso de armas químicas.

La reacción por parte del presidente ruso Vladimir Putin fue inmediata. Su vocero afirmó que el bombardeo violó el derecho internacional y dio un golpe significativo a la relación de Rusia con EU. La prensa estadounidense destaca que se inicia una crisis en la relación de los gobiernos de Trump y Putin, con quien el secretario de Estado Rex Tillerson debería de reunirse el próximo martes en Moscú. Dmitri Medvedev, primer ministro ruso, dijo que las relaciones entre Rusia y EU están “completamente arruinadas, buena noticia para los terroristas… en vez de una declaración bien trabajada de combate conjunto al mayor enemigo, el EI. Dependencia extrema del ‘Washington establishment’”.

EU hizo un llamado a las naciones civilizadas para detener el baño de sangre en Siria y poner fin al terrorismo de toda clase y todo tipo. El vespertino Le Monde destaca que se trató de una decisión unilateral por parte de EU que no esperó al Consejo de Seguridad. En torno al tema, El New York Times recuerda que hay dos razones por las que se puede atacar a otro país, la primera es que el ataque sea autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU, y la segunda que se trate de una acción de autodefensa. El discurso de Trump podría interpretarse en el segundo supuesto. En cuanto a política interior, el Congreso debe conocer, analizar y autorizar al presidente emprender una guerra. Sin embargo, advierte que cabe la interpretación de que un bombardeo no es una guerra.

Lo que no se sabe, coinciden medios como The New Yorker, The Atlantic o The Washington Post, en diversos artículos, es cuáles serán las reacciones de Rusia, Irán, y el mismo Al-Assad, si el conflicto escala en Medio Oriente. Tampoco se sabe, advierte el New York Times, si el uso de la fuerza militar por parte de Trump, en los primeros días de su gobierno, es una señal de que intenta desarrollar una política exterior agresiva basada en el uso frecuente de la fuerza. Ya lo hizo en Yemen, en Irak y ahora en Siria. Otra interrogante que aparece en artículos de diversos medios es ¿qué podrá suceder en Corea del Norte?

Se desconoce la dimensión del impacto político de los bombardeos en Medio Oriente. De acuerdo con The Guardian, las emociones se sacuden pero las bombas de Trump no ayudarán a Siria. Aunque los presidentes en EU con frecuencia ven una rápida mejoría en la opinión a su favor después de utilizar la fuerza militar, advierte The New York Times.

La BBC, Der Spiegel, Le Monde y otros diarios advierten que EU ha recibido el apoyo explícito de la OTAN y de la Unión Europea, de Francia y el Reino Unido, que dieron a conocer una declaración conjunta, de Gran Bretaña y Turquía que considera que se trata de una respuesta positiva “contra los crímenes de guerra de Siria”. El premier israelí Netanyahu manifestó también su completo apoyo a Trump.

La reacción de Rusia fue dura, describió el ataque aéreo como “una agresión activa” que viola normas internacionales basada en una “premisa inventada” y que causa un daño significativo a las relaciones de Moscú y Washington. China manifestó a través de un portavoz del Ministerio del Exterior su “preocupación por un continuo deterioro de la situación en Siria.” En el Consejo de Seguridad de la ONU, China ha votado con Rusia. Y la pregunta que queda planteada en muchos anális: ¿qué impacto tendrá el golpe a Al-Assad en el avance del EI?

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