El caos se apoderó ayer del Parlamento de Macedonia cuando un grupo de manifestantes allanó el edificio y agredió a los legisladores para protestar por la elección de un nuevo presidente del cuerpo legislativo a pesar de que no ha podido formar un nuevo gobierno durante meses.

La violencia también sacudió el exterior, donde la policía disparó granadas aturdidoras y se enfrentó con los manifestantes agrupados frente a la sede del Parlamento, choques en los que varias personas resultaron lesionadas. Las autoridades no confirmaron de inmediato los reportes televisivos de que había hasta 48 personas heridas, incluidos manifestantes y agentes.

Muchos de los inconformes respaldan al primer ministro Nikola Gruevski, cuyo partido conservador ganó las elecciones en diciembre pero no obtuvo los votos suficientes con el fin de formar un gobierno y ha pasado apuros para crear un gobierno de coalición.

Decenas de manifestantes, algunos de ellos enmascarados, penetraron un cordón policial después que los socialdemócratas de oposición y los partidos que representan a la minoría albanesa nombraron a un miembro de dicha minoría, Talat Xhaferi como nuevo presidente del Parlamento.

Con gritos, sillas y tripiés de cámaras abandonados por los sorprendidos periodistas, los manifestantes agredieron a los legisladores, incluido al líder opositor Zoran Zaev, al que se le vio con la frente sangrante. Manifestantes ondeaban banderas nacionales, al tiempo que gritaban “¡traidores!” a los legisladores y se negaban a dejarlos salir.

Un portavoz de uno de los partidos de la etnia albanesa, la Unión Democrática por la Integración, le dijo a la televisora Telma que otros tres legisladores también resultaron heridos.

“Este es un día triste para Macedonia”, dijo el portavoz, Artan Grubi.

El legislador Ziadin Sela, que encabeza otro partido de la etnia albanesa, fue el herido de mayor gravedad y fue trasladado a la sala de urgencias de una clínica de Skopie, señaló la policía. Unos 10 agentes resultaron lesionados durante la refriega, agregó, e indicó que se enviaron refuerzos para que apoyaran a los que seguían dentro del edificio del Parlamento. Después de varias horas de un estancamiento tenso, con cientos de manifestantes que se desplazaban por el edificio del Parlamento, la policía informó que 30 legisladores y algunos periodistas que quedaron atrapados en el interior habían sido evacuados y estaban a salvo.

La Unión Europea condenó estos hechos de violencia.

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