La ola de violencia con saqueos que azotó la ciudad de Caracas entre la noche del jueves y la madrugada de ayer dejó un saldo de 12 muertos y 6 heridos, en medio de las protestas opositoras contra el gobierno de Nicolás Maduro, lo que eleva a 21 la cifra de fallecidos en dos semanas.

Las víctimas, de entre 17 y 45 años, “murieron electrocutadas y otras por heridas causadas con arma de fuego”, durante los hechos violentos registrados en el populoso barrio de El Valle, en el oeste de la capital, señaló la fiscalía en un comunicado. También un hombre falleció en el barrio de Petare.

“Esto era una guerra”, afirmó la comerciante Liliana Altuna al relatar los momentos de tensión que vivió en la madrugada del viernes, cuando más de un centenar de personas, algunas con los rostros cubiertos y armados con pistolas, fusiles, y cuchillos saquearon una treintena de negocios.

“Malditos”, “asesinos”, gritaban vecinos desde las ventanas de los edificios a hombres vestidos de civil que disparaban en la calle en El Valle.

El gobierno y la oposición se acusaron mutuamente de la violencia y por el incidente en el hospital Materno Infantil de esta zona, afectado por gases lacrimógenos y del cual fueron evacuados 54 niños en medio del caos, con barricadas hechas de desechos, y bajo una nube de humo por los gases lacrimógenos. A la declaración de la canciller Delcy Rodríguez, quien acusó del hecho a bandas “contratadas” por la oposición, el diputado José Guerra respondió que los gases fueron disparados por la Guardia Nacional.

La organización defensora de derechos humanos Provea dijo en un balance que este año se han registrado al menos cinco ataques con bombas lacrimógenas a centros de salud, todos responsabilidad de la Policía Nacional y de la Guardia Nacional.

El líder de la Asamblea Nacional, Julio Borges, responsabilizó al presidente Nicolás Maduro por la violencia en las protestas, que comenzaron el 4 de abril en rechazo a las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que despojaron al Legislativo de sus atribuciones. Aunque los fallos fueron retirados parcialmente, los diputados acusan al TSJ de haber dado un golpe de Estado a favor de Maduro.

La fiscalía dijo que fue designado un equipo para investigar los saqueos. La oposición dijo que la violencia fue provocada por grupos paramilitares supuestamente afines al gobierno.

El vicepresidente ejecutivo, Tareck El Aissami, dijo que se puso en marcha una espiral terrorista con propósito golpista. “Estamos enfrentando un nuevo escenario de guerra no convencional, donde la dirigencia de la derecha, de la manera más repudiable, se articula con estos grupos criminales en zonas populares para atacar al pueblo”, alegó. Por su parte, el líder opositor Henrique Capriles denunció la “represión salvaje” de la “cúpula madurista”.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, criticó ayer la “cobardía” del gobierno de Venezuela por la represión a manifestantes opositores y reclamó elecciones lo antes posible en ese país. “Cuando el liderazgo político da la orden de disparar contra el propio pueblo eso es una señal muy fuerte de cobardía y de debilidad de ese liderazgo político de este régimen venezolano”, declaró.

En tanto, los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Paraguay, Perú y Uruguay condenaron enérgicamente la violencia en Venezuela y urgieron a respetar la institucionalidad democrática y el cronograma electoral.

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