Al menos 179 políticos brasileños recibieron ilegalmente 246 millones de reales (unos 78 millones de dólares) entre 2008 y 2014 de la constructora Odebrecht a cambio de favorecer sus intereses en el Congreso Nacional y asambleas legislativas regionales, informaron ayer medios locales.

Según divulgó el portal G1, el ex ejecutivo de Odebrecht Benedicto Barbosa da Silva entregó a la fiscalía una tabla en la que se detallan todos los pagos realizados por la constructora a los políticos, dentro del acuerdo de colaboración entre la justicia y 77 ex directivos de la constructora en el marco del caso Petrobras.

La mayoría de los sobornos fueron mediante “caja dos”, la financiación ilegal de campañas electorales, aunque también hay 111 pagos a políticos que no estaban concurriendo a cargos públicos en las elecciones.

Al menos 60 de las coimas a políticos fueron a cambio de presentar enmiendas o defender proyectos de interés de Odebrecht.

Entre los beneficiados está el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin; el actual mandatario de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, y su antecesor, Sérgio Cabral, quien está preso desde finales del año pasado.

También aparece como beneficiario el actual ministro de Ciencia y Tecnología y ex alcalde de Sao Paulo, Gilberto Kassab, así como el diputado Julio Lopes, quien recibió 91 pagos.

Barbosa fue uno de los 77 ex directivos de Odebrecht que relató la corrupción de la empresa ante la justicia a cambio una rebaja en su condena.

Según cálculos del propio Supremo hechos a partir de lo narrado por los 77 ex directivos de la constructora y Emilio Odebrecht, patriarca de la familia, sólo ese grupo distribuyó coimas por un valor cercano a 450 millones de reales (145 millones de dólares). Ese dinero fue repartido entre políticos y partidos en el poder, que están en la lista de un centenar de dirigentes que serán investigados por el Supremo o instancias judiciales.

Los relatos revelan desde financiación ilegal de campañas hasta “favores” en dinero para “retribuir” la obtención de obras públicas o la aprobación de leyes que favorecían los negocios de la empresa.

En tanto, la mitad de los estadios remodelados o construidos por Brasil para el Mundial de futbol de 2014 quedaron bajo sospecha de corrupción de Odebrecht. La fiscalía pidió investigaciones en seis de las 12 arenas mundialistas, informó ayer el portal Globo.

Las sospechas de corrupción incluyen al célebre Maracaná, en Río de Janeiro, y a la Arena Corinthians, en Sao Paulo, así como al Mané Garrincha, en Brasilia, la más cara de todas las instalaciones mundialistas. Los otros estadios indagados son la Arena Pernambuco , la de Castelao y la de la Amazonia. Los datos se basan en los testimonios de los 77 ex directivos de Odebrecht en su cooperación con la justicia.

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