Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ve un “deseo nacional” de lograr una reforma migratoria y cree que el tema de la legalización de los indocumentados se debe “trabajar de manera bipartidista” en el Congreso, dijo ayer su asesora Helen Aguirre Ferré en entrevista con EFE.

“El presidente [Trump] comprende que este es el momento para poder tener una reforma migratoria, el país lo desea”, explicó Aguirre Ferré, asesora especial del mandatario y directora de asuntos de prensa. En cuanto al “estatus legal” de los alrededor de 11 millones de indocumentados que residen en EU, “eso es algo que se tiene que trabajar de manera bipartidista” y Trump “entiende, lo ha expresado, que particularmente en el tema de inmigración, ambos lados tienen que suavizar sus posturas y de esa manera llegar al centro”, según la asesora.

Aguirre Ferré recalcó que Trump “entiende lo complejo” que es sacar adelante una reforma migratoria, pero a la vez opina que hay “una gran oportunidad y un deseo nacional de que se llegue a ello”.

“Sabemos que en las últimas dos administraciones la equivocación fue no hacerlo [la reforma] en los primeros años y hay que hacerlo cuando tienes mayor capital político”, dijo.

En tanto, el presidente de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA) advirtió que Trump podría ordenar la deportación de hasta medio millón de indocumentados en el primer año fiscal de su gobierno, “a menos que el Congreso proporcione dinero adicional”. Aun así, superaría los números de su predecesor, Barack Obama, quien repatrió, en promedio, a unas 385 mil personas al año durante sus ocho años en el gobierno.

En este contexto, un estudio del Pew Research Center señala que sin la presencia de los inmigrantes se perderían 17.6 millones de personas en edad de trabajar para 2035.  

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