Abandonados por los “coyotes” o tratantes de personas que les llevaron de Ecuador a Colombia y Panamá y atrapados en un muro jurídico e invisible construido con una de las últimas y más importantes decisiones que Barack Obama adoptó antes de finalizar sus ocho años como presidente de Estados Unidos, un puñado de migrantes irregulares cubanos completó más de 24 horas de estar en huelga de hambre en una selva en suelo panameño.

Aunque se carece de un número exacto, cerca de 70 cubanos permanecen retenidos en un campamento en el Tapón del Darién, una muralla natural de casi 12 mil kilómetros cuadrados de tupida vegetación, jungla, pantanos, montañas y múltiples accidentes geográficos que comparten Colombia y Panamá y que impide que el sur y el norte de América sean unidos por la Carretera Interamericana.

La huelga, que se inició este miércoles a las 07: horas (06:00 en la Ciudad de México) de manera indefinida, tiene un objetivo: que el gobierno de Panamá acepte trasladar a los cubanos a un albergue que la Pastoral Social Cáritas, una instancia humanitaria de la Iglesia Católica, tiene listo para recibirlos en la capital panameña.

“No queremos que nos deporten” a Cuba, dijo el cubano Juan Ernesto Bandera al periódico La Estrella, uno de los principales de Panamá. “Que nos dejen llegar hasta la ciudad capital para estar en uno de los albergues que tiene Cáritas y después analizar nuestra situación”, pidió.

El gobierno panameño sigue sin pronunciarse sobre el conflicto.

La huelga de hambre se mantiene en un campamento en Metetí, una de las comunidades del Darién en la que el grupo oriundo de Cuba está retenido desde inicios de 2017, según informes oficiales.

En una peligrosa travesía con “coyotes” que cobraron hasta 15 mil dólares por individuo, el tránsito de migrantes irregulares cubanos de Ecuador a EU, sin visas de los países de tránsito ni el de destino, se aceleró en 2012 y recrudeció en 2015.

Quito decidió en 2008 exonerar de visa a los cubanos y abrió un intenso flujo aéreo de Cuba a Ecuador. Pero la restableció en diciembre de 2015 porque, en noviembre de ese año, Nicaragua cerró el paso de migrantes irregulares cubanos procedentes de Ecuador y provocó una de las más graves crisis migratorias registradas en Centroamérica con seres humanos originarios de Cuba.

Por el cierre, unos 10 mil cubanos fueron llevados en 2016 en puente aéreo y terrestre de Costa Rica y Panamá a El Salvador, Guatemala y México para que siguieran a EU.

Germen. El nuevo problema con los cubanos ahora en huelga de hambre en Panamá es una de las consecuencias de la decisión de Obama de derogar la política de “pies secos—pies mojados”, adoptada en 1995 y que concedió preferencias migratorias a personas nacidas en Cuba al ingresar a EU.

La modificación impactó en la Ley de Ajuste Cubano, promulgada por EU en 1966, todavía vigente y a la que el gobierno de Cuba culpa de una migración ilegal, insegura y desordenada.

La ley, que permitió que personas nacidas en la isla obtuvieran beneficios migratorios al entrar a EU, fue reinterpretada a partir de 1995 luego de que en 1994 hubo una masiva migración irregular por mar de más de 32 mil cubanos.

Con el cambio de 1995, los cubanos en suelo firme estadounidense se acogieron a beneficios como poder trabajar y residir en EU. Los sorprendidos en el mar fueron devueltos a Cuba.

La orden de Obama fue dictada el 12 de enero de este año, solo ocho días antes de que el magnate republicano Donald Trump asumiera la presidencia de EU con la promesa de campaña electoral de endurecer las políticas migratorias, en particular para mexicanos y centroamericanos en el caso de América Latina y el Caribe.

La medida cerró un lucrativo negocio: el de las redes de “coyotes” o traficantes de migrantes económicos cubanos por tierra y por mar de Ecuador a EU, vía Colombia, Centroamérica y México.

Con la determinación, anunciada en un acuerdo suscrito en la capital cubana por los gobiernos de EU y Cuba y adoptada con efecto inmediato tras reiteradas solicitudes de La Habana a Washington, se estableció que los seres humanos oriundos de la isla que intenten ingresar a suelo estadounidense sin visa y sin condiciones para obtener ayuda humanitaria, podrán ser deportados a su país de origen.

El acuerdo es parte del deshielo iniciado por Washington y La Habana en diciembre de 2014 luego de más de 55 años de pleitos bilaterales y que llevó a reanudar lazos diplomáticos en julio de 2015.

La Habana ha alegado que la política de “pies secos—pies mojados” estimuló la emigración irregular, el tráfico de emigrantes y las entradas irregulares a EU desde terceros países de cubanos que viajan legalmente al exterior. Según la revolución cubana, al admitirlos automáticamente a su territorio, EU les confirió un trato preferencial y único que no reciben ciudadanos de otros países, por lo que también incitó las salidas ilegales.

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