Los Veintisiete países de la Unión Europea (UE) proclamaron ayer su unidad en una declaración conjunta en la que afirman: “Europa es nuestro futuro común” y defendieron sus prioridades de cara a la próxima década, durante una ceremonia en la que conmemoraron el 60 aniversario del proyecto comunitario y sentaron las bases para el bloque tras el Brexit, hecho por el que el presidente francés François Hollande dijo que Reino Unido “pagará necesariamente las consecuencias”.

Los mandatarios no dejaron que la anunciada salida británica del club europeo, que Londres tiene previsto comunicar oficialmente el miércoles, interfiriera en la celebración.

En el mismo lugar donde el 25 de marzo de 1957 los seis países fundadores (Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Holanda) suscribieron el Tratado de Roma, embrión de la actual UE, ayer los líderes renovaron su voluntad de avanzar en el proyecto europeo, con la firma de una declaración que subraya su unidad y los ámbitos en los que desean concentrar sus esfuerzos en la próxima década.

La Declaración de Roma incluyó finalmente una mención a la idea de avanzar a diferentes velocidades, aunque en tono suave para no incomodar a los países del Este, que en la última cumbre a Veintisiete —sin Reino Unido—, celebrada el pasado 10 de marzo, expresaron su malestar con esa idea.

“Actuaremos juntos, a distintos ritmos y con distinta intensidad cuando sea necesario, mientras avanzamos en la misma dirección, como hemos hecho en el pasado, de conformidad con los tratados y manteniendo la puerta abierta a quienes quieran unirse más adelante. Nuestra unión es indivisa e indivisible”, subraya el texto.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, criticó a quienes rechazan avanzar a distintos ritmos: “No basta con llamar a la unidad y protestar contra las múltiples velocidades. Es mucho más importante que respetemos nuestros valores comunes: los derechos humanos y las libertades civiles”.

“Hay firmas que perduran”, afirmó el presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, antes de plasmar su nombre en la declaración con la misma pluma utilizada hace 60 años por su predecesor al frente del gobierno de su país. También alertó contra las renovadas “tensiones nacionalistas”.

La Declaración de Roma incide asimismo en la necesidad de garantizar la “seguridad” en la UE ante amenazas como el terrorismo, de proteger las fronteras exteriores, gestionar correctamente la inmigración y asegurar que la unión juega un papel importante en la escena global.

Sobre el Brexit, el presidente de Francia, François Hollande, dijo que “es una decisión soberana pero, al mismo tiempo, haremos de tal modo que no vaya en detrimento de Europa y que el Reino Unido siga siendo un socio de la UE”; sin embargo, advirtió que Reino Unido “pagará necesariamente las consecuencias porque es la elección que se hizo”.

La canciller alemana Angela Merkel destacó que la UE debe abordar las quejas de generaciones para quienes la guerra se desvanece en la historia. “En el futuro tendremos que ocuparnos sobre todo del tema del empleo”, destacó. Con motivo de la ceremonia y ante la posibilidad de disturbios las autoridades blindaron completamente el área que rodea al Campidoglio, donde se realizó la reunión. Defensores y detractores de la UE marcharon ayer en Roma, Berlín y otras capitales europeas para hacer oír sus voces.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses