El gobierno venezolano repudió ayer las acusaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de que el vicepresidente, Tareck El Aissami, está supuestamente involucrado en delitos de narcotráfico, mientras que el presidente, Nicolás Maduro, envió una nota de protesta a la embajada estadounidense.

Maduro exigió a Estados Unidos que se retracte y que se disculpe públicamente con el funcionario, a quien le manifestó el absoluto respaldo para su defensa ante el “daño ocasionado a su honor”. Anteriormente, la cancillería había emitido una declaración en la que calificó como una “agresión gravísima” el haber incluido a El Aissami en la lista negra de presuntos narcotraficantes.

El propio vicepresidente respondió que recibía esta “miserable e infame agresión” como un reconocimiento a su condición de revolucionario antiimperialista.

Maduro acompañó a El Aissami en una reunión en Caracas con gobernadores oficialistas, donde le manifestó total respaldo al “mejor ministro del Interior que ha tenido la revolución bolivariana”.

Asimismo, ordenó citar al encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela para manifestarle la protesta de Caracas por la acusación.

Maduro calificó de “infamia” las acusaciones y exigió al representante de Estados Unidos, Lee McClenny, que se retracte públicamente y pida disculpas a El Aissami.

La reacción vino después de que el Departamento del Tesoro acusara al funcionario de supuestamente facilitar el envío de cargamentos de drogas a Estados Unidos.

Maduro declaró que los señalamientos parecen una “venganza” por haber detenido a 102 capos del narcotráfico durante su gestión como ministro del Interior, entre 2008 y 2012, de los cuales 21 fueron entregados a Estados Unidos.

“Es una infamia contra el compañero Tareck. He ordenado a la canciller Delcy Rodríguez que cite al encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos”, dijo, al tiempo que exigió que se retracte y pida excusas públicas al vicepresidente.

En contraste, la mayoría opositora en la Asamblea Nacional aprobó la creación de un grupo legislativo para investigar las acusaciones. El grupo legislativo solicitará al gobierno de EU pruebas y evidencias necesarias para colaborar con el caso.

Al mismo tiempo, el parlamentario venezolano Julio Borges, de visita en Colombia, aseguró que la democracia en su país está en “fase terminal”. “Venezuela se ha convertido en un caos para la región”, en un “problema” para Latinoamérica por inconvenientes humanitarios, de tráfico de armas, narcotráfico y migración, dijo tras intervenir en la plenaria del Senado colombiano.

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