En una medida sorpresiva y proteccionista, Bolivia suspendió durante 90 días la importación de uva de Argentina y de Chile para estimular la producción del sector vitivinícola local, que este año espera una buena cosecha con la que se espera incrementar en un 30 por ciento las cantidades y con eso garantizar el mercado boliviano.

“Queremos proteger la producción nacional, que se encuentra en el período de la vendimia: este año habrá una fuerte cosecha y esperamos más de 55 mil toneladas de uva en los próximos 90 días”, dijo a la prensa local Mauricio Ordoñez, director del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag). Ordoñez también aclaró que la decisión del gobierno no prohíbe el ingreso de vinos.

La producción nacional está en manos de unas 3 mil 200 familias productoras de uva, distribuidas en 41 comunidades de las regiones de Tarija, Potosí, Cochabamba, Chuquisaca y Santa Cruz. Allí hay 3 mil 500 hectáreas de uva que dan una producción promedio de 55.867 toneladas, de las cuales el 60 por ciento se utiliza en el mercado local y el resto sirve a la producción de aguardiente singani y de vinos, según el Ministerio de Desarrollo Rural.

La medida rige hasta el 27 de abril y fue anunciada por el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, quien dijo que Bolivia suspende la emisión de certificados fitosanitarios para la importación de uva. “Nosotros como Estado hemos aprobado la Ley 774 de 2016, que establece que el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria, mediante el mecanismo que corresponda, pueda suspender la emisión de certificados, con el objetivo de cuidar la producción nacional”, dijo el ministro en una conferencia de prensa.

Dicha ley indica: “Las entidades competentes deberán implementar medidas para proteger la producción nacional de la Uva, Singani, Vinos de Altura Bolivianos y Vinos Bolivianos, aplicando el sentido de reciprocidad entre países y respetando los tratados vigentes”.

Bolivia tiene su mayor importación de frutas desde Chile. El año pasado, la principal importación fue de manzanas (28 mil toneladas), peras (poco más de 2 mil toneladas) y uvas (2 mil toneladas). En el período 2011-2015, Bolivia presentó un alto superávit en su comercio exterior de frutas: exportó 959 millones de dólares e importó por 90 millones.

“Esta medida no hace ninguna gracia a los productores de uva de Chile, que el año pasado sufrió, por las fuertes lluvias del primer semestre, una caída en la producción del 30 por ciento; en 2016 hubo 400 millones menos de litros de vino y unos 220 millones de dólares de pérdidas para la industria”, dijo a EL UNIVERSAL Jorge González, analista económico especializado en el rubro agropecuario. “Si lo de Bolivia son sólo 90 días, probablemente a fin de año ya sólo sea un recuerdo”.

afcl

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