El multimillonario estadounidense Wilbur Ross aseguró ayer haber sido elegido para hacerse cargo de la cartera de Comercio en la futura administración de Donald Trump.

Ross, fundador de una firma de inversiones que lleva su nombre, dijo en un mensaje por Twitter que el nombramiento se lo confirmó Trump en una conversación telefónica.

“Estoy muy honrado y feliz”, agregó Ross, a quien diversos medios de comunicación lo daban en las últimas horas como firme candidato a convertirse en titular de la Secretaría de Comercio. El equipo de transición presidencial no ha confirmado ese nombramiento. Trump se encuentra en Florida desde el martes por la noche y no se espera que regrese a Nueva York hasta el domingo.

Ross es un inversor que ha destacado por los beneficios que le han reportado sus operaciones para comprar y reestructurar empresas en quiebra del sector manufacturero y del acero, entre otros. Defensor de la candidatura de Trump en los últimos comicios, trabajó con él como asesor económico durante la campaña que le permitió el 8 de noviembre derrotar a la demócrata Hillary Clinton.

Tras una reunión que mantuvieron ambos el 20 de noviembre en una propiedad que tiene Trump en el estado de Nueva Jersey, el presidente electo ya apuntó a Ross como posible titular de la Secretaría de Comercio. Medios locales han calificado a Ross como una de las figuras que ha influido en Trump para endurecer sus políticas respecto a acuerdos comerciales que el magnate neoyorquino considera lesivos para los intereses de Estados Unidos, incluyendo el TLCAN.

Después del triunfo del magnate en las presidenciales del 8 de noviembre, Ross dijo que México depende tanto de Estados Unidos que la única opción que tiene es ceder. “No habrá guerras comerciales, y diré por qué: veamos al peso mexicano. La razón por la que ha colapsado es porque todo mundo sabe que los mexicanos tendrán que hacer concesiones. Punto”.

The Wall Street Journal calificó a Ross como una polémica figura que, por una parte, ha arriesgado su fortuna para salvar miles de puestos de trabajo, pero que al mismo tiempo es también un “buitre” de los negocios que reestructura empresas mediante drásticas reducciones de empleos.

En agosto, la firma de Ross aceptó pagar una multa de 2.3 millones de dólares a la Comisión del Mercado de Valores por cargos relacionados con no haber informado adecuadamente acerca de las tarifas que cobraba a inversores.

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