El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, reiteró su compromiso de proteger a los inmigrantes de la deportación, incluso si esto significa desafiar las políticas del presidente electo Donald Trump al sostener que Chicago siempre será una ciudad santuario.

Desde hace más de 30 años, Chicago ha sido una ciudad santuario, donde las leyes locales prohíben que los trabajadores del gobierno y los agentes de policía pregunten sobre el estatus migratorio de los residentes, y el alcalde prometió que dicha tradición seguiría.

“A todos aquellos que, después de las elecciones del martes (8 de noviembre), están muy nerviosos y llenos de ansiedad, ustedes están seguros en Chicago, y ustedes son apoyados en Chicago", enfatizó Emanuel en un evento realizado el lunes con grupos y activistas defensores de los derechos de los inmigrantes.

"Chicago siempre será una ciudad santuario", subrayó.

La posición del alcalde se contrapone directamente a la política anunciada por Trump a lo largo de su campaña electoral, en la que prometió bloquear el financiamiento federal a las ciudades santuarios, e incrementar las deportaciones, entre otras medidas.

En una entrevista difundida el domingo en el Programa “60 Minutos” de la cadena de televisión CBS, Trump dijo que planea detener y deportar a todo inmigrante con antecedentes penales e indicó que la cifra de ellos podría llegar a dos o tres millones.

Emmanuel no precisó si las políticas de santuario en Chicago protegerían de la deportación a los inmigrantes con antecedentes penales.

“Ahora, las administraciones pueden cambiar, pero nuestros valores y principios en lo que se refiere a la inclusión no", dijo Emanuel.

“La gente de todas las religiones, de todos los orígenes y todas las partes del mundo han abierto su camino a la ciudad de Chicago, porque Chicago les ofrece a sus hijos y nietos una oportunidad en el ‘sueño americano’”, señaló el alcalde.

Emanuel ha declarado que no le preocupa que la futura administración de Trump castigue a Chicago por su resistencia a las políticas republicanas, pero las observaciones de inmigración del alcalde lo pondrán en total desacuerdo con el próximo ocupante de la Casa Blanca.

El alcalde ha apoyado las políticas del presidente Barack Obama en materia de inmigración, incluida la orden ejecutiva presidencial de 2014 para expandir el Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) y crear la Acción Diferida para Padres de Ciudadanos Estadounidenses y Residentes Permanentes Legales (DAPA).

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